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Grupo Iberostar se compromete con la salud de las costas dominicanas

Su magnífica belleza es apreciable al realizar deportes acuáticos como el snorkelling y el buceo, y es que más allá del espectáculo visual que ofrecen, los corales cumplen una función vital para el entorno marino. Estos animales que residen en una colonia de miles de organismos, forman uno de los ecosistemas más importantes del trópico, pues constituyen el hábitat para más del 25% de todas las especies marinas de plantas y animales, pese a ocupar solamente el 1% del fondo del mar.

Para que existan arrecifes de coral se deben dar ciertas condiciones específicas, como una temperatura entre 20 y 30 grados celsius y poca acidez en el agua. Hoy en día, los corales han sido impactados considerablemente por el crecimiento de las áreas urbanas cerca de las costas, así como la deforestación y los efectos relacionados con el cambio climático, aspectos que han puesto en peligro el equilibrio de la biología marina.

En el marco del Día Mundial de los Océanos, este nuevo Coral Lab abre una puerta a la esperanza para el futuro de los arrecifes caribeños y océanos de todo en mundo.

Los corales están enfermando vertiginosamente. Actualmente se ha registrado una enfermedad que produce la pérdida de tejido en el coral pedregoso, cuyo primer brote se registró en la Florida Central para el año 2014, una estela que se ha extendido a México, Islas Vírgenes, San Martín y a la República Dominicana, donde llegó en el mes de marzo.

Atendiendo a esta urgencia, el Grupo Iberostar ha puesto en marcha un proyecto en el pleno corazón del Caribe, un laboratorio de corales que se ha concebido con el fin de proteger la vida marina frente al aumento global de las temperaturas, que busca luchar contra la devastación evidente de los arrecifes coralinos. 

La doctora Megan Morikawa, directora de Sostenibilidad de Iberostar, bióloga marina y doctora en restauración de corales, presenció la aparición de esta plaga blanca submarina, mientras ultimaba junto a su equipo los preparativos para el nuevo laboratorio de arrecifes de coral en la República Dominicana.

Esta iniciativa cuenta además con el apoyo de la comunidad científica, el Gobierno dominicano y varias ONG, y gracias a este esfuerzo conjunto se hizo posible la estructuración del laboratorio en el plazo de un año, justo cuando la enfermedad del coral empezaba a infectar los arrecifes locales, unos ocho meses antes de lo esperado.

En palabras de la doctora Morikawa: “No éramos verdaderamente conscientes al inicio del proyecto, pero estábamos construyendo el Arca de Noé para los arrecifes de coral”. Esto queda evidenciado con el Coral Lab , que alberga inicialmente diez especies y 180 corales individuales.

Este centro está abierto para clientes de los hoteles y visitantes, como parte de las acciones de concienciación que Iberostar promueve. “Se trata de una ciencia muy necesaria en un lugar inesperado” afirma la doctora Morikawa, destacando que los corales tan solo representan el 1% de la superficie mundial, pero contienen alrededor de un tercio de la diversidad biológica del planeta.

El Coral Lab es el esfuerzo más reciente que Iberostar ha impulsado para preservar la salud costera, y forma parte de su movimiento Wave of Change, una triple iniciativa destinada a proteger los océanos y fomentar el turismo responsable, que incluye: Sustituir los plásticos en los 120 hoteles de la cadena, promover el consumo responsable de pescado ofreciendo en sus cartas productos que no dañen la evolución de las especies, así como acciones coordinadas para mejorar la salud costera, en las que se destaca la restauración de manglares en el país.

Con un compromiso que apela no solo a los 32 mil empleados del Grupo sino también a los ocho millones de clientes que recibe cada año, Iberostar busca inspirar a las personas y a sus homólogos de la industria con el objetivo de impulsar un cambio generalizado a través de su compromiso real y cuantificable con el medio ambiente, que promueva un modelo de turismo responsable.

El Coral Lab actuará como refugio para los arrecifes coralinos amenazados del Caribe. Es un banco genético protegido ante los huracanes, que cuenta con cuatro depósitos de 1,200 litros, otros cuatro con una capacidad de 500 litros y cuatro sistemas de control que permitirán a los investigadores simular con precisión las condiciones marinas futuras. “No éramos verdaderamente conscientes al inicio del proyecto, pero estábamos construyendo el Arca de Noé para los arrecifes de coral”.

Iberostar prevé inaugurar más instalaciones sanitarias costeras en otros emplazamientos en los próximos dos años y construir una serie de viveros en alta mar. Este grupo empresarial puso en marcha en el 2017 el movimiento “Wave of Change”, alineado con el Objetivo 14 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS), “Vida Submarina”, que trabaja sobre tres pilares fundamentales: la eliminación de los plásticos de un solo uso, el fomento de consumo responsable de pescado y la mejora de la salud costera.