IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Campos de Moya:República Dominicana POTENCIA INDUSTRIAL DEL CARIBE

Para el presidente de la Asociación de Industriales de República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, el estado actual del sector industrial en la República Dominicana se encuentra en un proceso de transición.

“Desde la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) hemos advertido las consecuencias para los sectores productivos de encontrarnos inmersos en una economía del conocimiento y de lo virtual. Nos aboca a lo que se ha denominado la Cuarta Revolución Industrial”.

Variar el modelo productivo en el que se ha sustentado el desarrollo industrial hasta ahora es lo que se debe modificar, así comenta Don Campos refiriéndose a un proceso de producción lineal, en el cual para elaborar determinados productos se procesan algunas materias primas y generan residuos. Esa cultura, propone Moya, se debe cambiar para tener una industria competitiva. Desde la AIRD están abogando por la economía circular: los residuos deben ser vistos y procesados como materias primas secundarias.

La AIRD apunta que el comportamiento del crecimiento en los últimos 10 años del sector industrial dominicano, tomando del 2008 al 2012, fue menor que el Producto Interno Bruto (PIB), incluso considerando dos años con decrecimiento (en el 2009, una caída de 5.9%, y en el 2012 de 1.3%). La excepción en este período fue el 2010, cuando el PIB creció extraordinariamente en 8.8% y el sector industrial en 9.9%, en el período de los años 2013 al 2016 el crecimiento de las industrias fue sólido, por encima del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Sin embargo, en el 2017 el sector creció un 3.1%, mientras que el PIB creció un 4.6% con la expectativa todavía sobre el comportamiento para este año 2018.

“Este comportamiento obedece a un entorno en el que se precisa avanzar con políticas productivas que favorezcan la competitividad, pero, sobre todo, que se haga de modo constante, con políticas que involucren a todas las instituciones del Estado”.

El aporte del sector industrial en la economía dominicana representa el 27% del PIB, de esta participación, la manufactura local representa el 41%, zonas francas 14%, construcción 37% y minería 8%. El caso de la manufactura local ha descendido a través de los años, lo cual ha incidido en un pobre crecimiento de las exportaciones.

En la actualidad, y a lo largo de toda la geografía nacional, más de 4,000 empresas formales: grandes, medianas y pequeñas industrias constituyen una red que genera riqueza, seguridad alimentaria y garantiza empleos formales. En los últimos diez años, las exportaciones nacionales de bienes (sin las de zona franca) crecieron un 68%, excluyendo las exportaciones de oro y el combustible para aeronaves donde el crecimiento fue de apenas 10.2% en una década, lo que refleja que República Dominicana no ha sido muy exitosa incrementando las exportaciones de bienes.

El apoyo del gobierno nacional a la iniciativa industrial dominicana, comenta el presidente de la AIRD, es una disyuntiva. “El gobierno dominicano ni protege ni ataca a la industria nacional. Buscamos trabajar en conjunto pero existen numerosas trabas y dificultades que restan competitividad a la industria nacional, sin embargo, jamás puede afirmarse que se trate de un comportamiento político deliberado. Desde Competitividad se está trabajando para lograr superar diversos escollos y a su Consejo se han integrado representantes del sector privado”.

El sector industrial dominicano vive un momento de grandes desafíos en su historia y marcha hacia dos décadas de redefiniciones en las cuales, encabezado por la AIRD, ha celebrado dos Congresos que le han permitido establecer sus propuestas, construir puentes con otros sectores y gobierno, indicar con claridad sus logros y retos, aportar información a la toma de decisiones y a tomar conciencia de su significación en el conjunto de la economía dominicana. Además, se encuentra actualmente en la ruta a definir el proceso del Tercer Congreso Industrial, conscientes de que el desarrollo nacional es una tarea de todos.

“República Dominicana está llamada a constituirse en la potencia industrial del Caribe. Una privilegiada ubicación geográfica que puede permitir ventajas de costo de flete y de respuesta rápida ante la demanda de los clientes, con acceso preferencial a dos de las economías más grandes del mundo. Contamos con disponibilidad de recursos humanos en franco proceso de desarrollo y excelente infraestructura de telecomunicaciones. Claro, se requiere desarrollar y fortalecer más la relación academia-industria, los procesos de Innovación, desarrollo e investigación. Somos un país industrial en el corazón, la geografía y la economía, por ello es necesario avanzar con rapidez para garantizar aquello a lo que todos aspiramos: una nación netamente productiva, económicamente competitiva y con mayor nivel de bienestar social”.

Los requerimientos de la Cuarta Revolución representan un reto, al igual que la tarea de fomentar la economía circular. Es un reto asumir con fuerza los Objetivos de Desarrollo Sostenible, siendo éstos los factores de los que depende la expansión y el crecimiento del sector para los próximos 10 años, convirtiéndose en el mapa de ruta hacia una globalización más humana y equitativa.

RFDE¿Qué tan alineada está la industria dominicana con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas?

“Los ODS constituyen un sistema de navegación para llegar al futuro que queremos de modo conjunto (2016-2030). Para la AIRD, estos se han constituido en una especie de brújula que nos da una dirección. El sector privado y las empresas están especialmente llamados a participar y contribuir con un cambio de paradigma de producción, pues el actual no se considera sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental”.

Entendiendo estos objetivos como reto, también son un área de oportunidad para hacer negocios, pues con ello surgen nuevas demandas y mercados, haciendo necesario discernir nuevos caminos para más ser competitivos y relevantes en el mercado.

“Nos estamos embarcando en formas nuevas de hacer negocios y este es un desafío al liderazgo empresarial dominicano, desafío que la AIRD ha asumido con pasión, compromiso y persistencia. Es imposible que un solo actor –los gobiernos- pueda asumir los retos de los ODS en solitario. Articular esfuerzos es la única forma de lograr los ODS”.

Moya afirma en relación con la construcción de “Marca País” que hay un conjunto de productos que vinculan, por ejemplo, agropecuaria e industria, y que están llamados a levantarse como nuestras banderas en mercados externos. Por ejemplo: el ron, el café, el cacao, banano orgánico, cigarro, aguacates, cervezas, embutido, entre otros. Sin embargo, se requiere para ello la eliminación de trabas, que no se coloquen obstáculos a su reconocimiento y promoción. Se trata, también, del mayor valor agregado.

RFDE¿Cómo le da soporte la infraestructura nacional al desarrollo de la industria en el país?

“Es importante entender que el desarrollo de la infraestructura no sólo facilita la comercialización interna de la producción industrial y agropecuaria, sino también la llegada de materias primas y las exportaciones pues, entre otros beneficios, abarata costos de transporte”.

RFDE¿Qué tan integradas se encuentran las cadenas de suministro en República Dominicana?

“Más que de cadenas de suministros hablemos de cadenas de valor. Necesitamos fortalecer más el valor agregado nacional. Es parte de los proyectos de encadenamiento productivo de la AIRD, tanto con el sector agropecuario para darle mayor valor agregado de abajo hacia arriba, llevando a productos más sofisticados, como suplir productos industriales – materias primas intermedias- a las zonas francas, y productos al turismo, el cual constituye una estrategia de competitividad y de fortalecimiento de las PYMES.

Esto último es importante. No todas las PYMES podrán exportar, pero pueden ser parte de estas cadenas de valor. Se necesita también fortalecer las cadenas de frío (puesto que una gran parte de los productos llamados a tener mayor valor agregado provienen del agro).

Necesitamos también eliminar las trabas, por ejemplo, en cárnicos (lo cual también nos limita en productos marca-país como el salami dominicano). Tenemos otras potencialidades si generamos una cadena logística que abarate los costos: tema de transporte (peajes, combustibles más baratos, centros de acopio, etc)”.

La innovación en la industria dominicana se ha incrementado gracias a la Ley de Proindustria, en los últimos 8 años las industrias manufactureras locales han invertido alrededor de 35 mil millones de pesos en maquinarias, equipos e innovación, lo que les ha permitido y permitirá ser más competitivas de cara a la globalización. La manufactura es centro de encadenamientos productivos a nivel nacional, procesando productos provenientes del sector agrícola, sirviendo de base para el dinámico sector de la construcción y supliendo una variada y variable gama de productos al creciente sector turístico. Tiene vinculaciones medulares con todas las actividades nacionales, generando una demanda agregada de servicios de parte de otros sectores tales como: financiero, seguros, transporte, comunicaciones, seguridad, etc.

A lo anterior, se suma que las alianzas de las industrias con los centros académicos rinden sus frutos cada vez más. Campos de Moya comenta que, de hecho, las academias están hoy más preocupadas que hace cinco años por responder a las necesidades, no solo de la industria actual, sino de la industria que está perfilándose para el futuro.

Hablando de beneficios tangibles que brinda el sector empresarial a la sociedad dominicana, el presidente de la AIRD nos comenta que “el sector industrial genera más de 440 mil empleos directos a dominicanos y dominicanas y alrededor de 1 millón de empleos indirectos”.

Según datos del Banco Central, el 71% de todos los empleos en el sector industrial es formal, pero además 1 de cada 5 empleos registrados en la Seguridad Social está ubicado en la industria, cotizando un salario promedio de alrededor de 23 mil pesos mensuales (el doble que el salario mínimo del sector), llegando a aportar más de 10,400 millones de pesos al año por cotizaciones a la Seguridad Social. Por otro lado, el sector industrial es el segundo sector de la economía que más ventas reporta al fisco, sólo detrás del comercio, a través del cual, también se registran cuantiosas ventas de la industria.

                               Sólo en el 2015, las ventas reportadas a la DGII alcanzaron el 30% del PIB.

Es el sector que por vía directa e indirecta más ingresos tributarios aporta a la economía nacional, pues a través del mismo ingresan al Estado 34.5% del total de impuestos (50% más que el segundo sector que más aporta). A través de la industria se recauda el 35% del ITBIS. Y es responsable de más de 30% del impuesto a los ingresos de las empresas.

La industria dominicana produce más del 75% de los bienes consumidos en el país, de la seguridad alimentaria y de la sostenibilidad de más de 80 mil colmados, ferreterías y farmacias, que sirven de canales para abastecer a miles de familias. Aunque apenas obtiene un 7% del total de la cartera de créditos, es responsable de gran parte del ahorro nacional y de los depósitos financieros en el país.


Acerca de Don Campos de Moya

Desde Revista Factor de Éxito le hacemos sincero reconocimiento a Don Campos de Moya, un personaje que inspira y motiva a las nuevas generaciones, muy apreciado por su responsabilidad y trayectoria en el ámbito empresarial dominicano. Aquí compartimos una breve semblanza de su persona.

Don Campos nació el 11 de Diciembre 1947 en San Francisco de Macorís, se vino a Santo Domingo desde San Francisco de Macorís, su pueblo natal, en 1957. Inició los estudios primarios en el Instituto Escuela, pasó el bachillerato en el Colegio de La Salle y al terminar se fue a cursar estudios a Saint Michael College, Vermont, Estados Unidos. Estudió Economía Agrícola en A&M University. Texas, EEUU.

Casado hace 37 años con Alexandra de Moya con quien tuvo seis hijas: Mirtha, Nathabeck, Paulette, Babette, Briana y Britt. Sus nietos: María Mercedes, Annelie, Michelle, Eduardo, Ian Marie, Arianna, Alana, Marco, Georgia y Yaqui III.

Le agrada practicar algo de deportes lo considera necesario para mantenerse saludable. Nos comenta que le encantaría llegar caminando al trabajo, pero la inseguridad no se lo permite. “Con mi esposa acostumbro a caminar, hacer jogging y bicicleta. Los fines de semana recorro hasta 30 kilómetros en bicicleta y cinco kilómetros de caminata”.

El reto más importante que le ha tocado vivir al frente de la AIRD

“El hacer vida pública. La exposición. El caminar por las calles y entonces recibir los saludos y la atención de mucha gente, que me reconoce”.

El mayor aprendizaje durante su paso por el mundo empresarial

“No hay empresa buena, no hay empresa mala, las empresas son reflejos directos de las personas que la dirigen”

Su mejor consejo para todo empresario o emprendedor

“Dedicación es algo que me ha permitido lograr mis metas. Confiar en tu equipo de trabajo es un factor clave de éxito”.

Su mayor deseo para República Dominicana

"Que todo ciudadano pueda ganarse a través de su trabajo honesto el sostén para él y su familia con alimentación, educación y salud adecuada."