IV Edición: Recursos energéticos & mineros

La energía renovable gana espacio en Centroamérica y el Caribe

Los países de Centroamérica y el Caribe, además de impulsar su desarrollo socioeconómico, tienen como principal desafío lograr la generación de energía a través de una matriz cada vez más limpia, segura y diversificada. A la región parece preocuparle la dependencia de fuentes no renovables.

En 2017, de los 32,025.93 megavatios de capacidad instalada en 12 países de la región, 18,284 megavatios (57%) fueron a través de combustibles fósiles, mientras el 42.9% (13,741 megavatios) se generaron con energía renovable.

 

La matriz energética estuvo distribuida de la siguiente manera: térmica no renovable 10,458.1 (32.6%); hidráulica 7,744.87 (24.2%); derivados del petróleo 3,642.20 (11.4%); térmica 3,074.2 (9.6%); biomasa 1,773 (5.5%); eólica 1,384.1 (4.3%) y carbón 1,109.5 (3.5%).

En menor porción estuvieron la energía solar 892.66 (2.7%), gas natural 669 (2%), geotérmica 637.5 (1.9%), térmicas renovables 524 (1.63%), la combinación de gas natural y fuel 108 (0.3%) y biogás 8.1% (0.02%).


Los países que registraron mayor dependencia de los combustibles fósiles para generar su energía fueron Trinidad y Tobago, con 2,402 megavatios, un 99.9% del total de su capacidad instalada; Cuba con 6,829 (91.3%); Haití con 282 megavatios, un 81.9%; Jamaica con 874 megavatios (un 85.2%); Nicaragua con el 57% y República Dominicana, con 2,100 megavatios (un 56.9%).

 

Los datos fueron recopilados a través de los organismos oficiales de cada país y la Organización Latinoamericana de Energía (Olade).

En cambio, el que logró tener un mayor suministro a través de energía limpia fue Costa Rica, que produjo 2,958.2 megavatios, un 83.8% de su capacidad energética.

Le siguieron Panamá, con 2,198 (64%); El Salvador, con 1,079 (58.5%) y Guatemala, con 2,746 megavatios. Mientras, Belice tuvo un 54% (83.48 megavatios) y Honduras generó un un 62% (1,596.4 megavatios).

Para Manuel Cabral, presidente de la Asociación Dominicana de Industria Eléctrica (ADIE), una matriz energética diversificada evita la dependencia de una fuente específica de generación, la cual puede crear problemas de desabastecimiento y precios elevados.

“El cambio climático, las variaciones de los precios de los combustibles y demás variables exógenas hacen que poseer una matriz energética diversificada sea una meta primordial en los sistemas eléctricos”, asegura Cabral.

República Dominicana tiene una de las matrices de generación eléctrica más diversificada en comparación con sus pares de la región y, aunque continua generando la mayor demanda energética a través de combustibles fósiles, el cambio en el panorama en la matriz energética es evidente.


Dos décadas atrás la producción de energía estaba liderada en un 88% por derivados del petróleo y el resto lo componían el carbón en un 3% y el agua con un 9%, sin embargo, en la actualidad, se han agregado otras fuentes.

 

Mientras en 2017, de los 3,687.7 megavatios instalados, los derivados del petróleo ocuparon el 49%, el gas natural 18%, la energía hidráulica un 17%, el carbón 8%, la combinación de gas natural y fuel 3%, el viento 3% y biomasa 1%.

En los próximos meses el panorama energético de República Dominicana y Panamá continuará con una nueva ruta más amigable con el medio ambiente, debido a las nuevas inversiones realizadas por el Grupo InterEnergy. El holding puso en funcionamiento dos parques solares: Ikakos, en Panamá, y otro a través del Consorcio Energético Punta Cana Macao (CEPM), en la provincia La Altagracia.

Con una inversión superior a los US$48 millones, InterEnergy inauguró el parque solar fotovoltaico Ikakos, el más grande de Panamá, con 138,960 paneles solares Jinko que en conjunto tienen una potencia nominal de 40 megavatios. La nueva planta solar realizará un aporte anual de 84.58 gigavatios hora a la matriz energética.

Asimismo, con una inversión de US$680 millones, el Grupo agregó 85 megavatios a la oferta eléctrica en su área de concesión en el Este de República Dominicana.

En República Dominicana, las primeras inversiones en energía renovable no convencional fueron instaladas entre 2011 y 2012 por CEPM y la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EGE Haina), las cuales construyeron los parques eólicos Quilvio Cabrera y Los Cocos, y sus posteriores.

Generación de energía renovable

En 2017, los países investigados generaron 105,287.48 gigavatios hora (GWh, siglas en inglés), de los cuales 57,410.20 GWh (54.5%) fue a través de combustibles fósiles y 47,877.27 GWh (45.4%) por energía limpia.

La energía generada con fuente hidráulica fue 29,640.74 GWh, eólica 3,998.90 GWh, geotérmica 3,684.74 GWh, biomasa 2,262.25 GWh, solar 1,547.35 GWh y térmica renovable por 1,444 GWh.

Además, a través del gas natural se generaron 5,299.29 GWh, por carbón 2,288.71 GWh, derivados del petróleo 8,065.10 GWh y térmica no renovable 47,056.4 GWh.

Retos y perspectivas

Manuel Cabral entiende que el principal reto en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) continúa siendo la gestión y eficiencia de la distribución de la energía.

“Este es uno de los pendientes más críticos para caminar hacia su desarrollo y madurez completa y poder abordar la planificación del futuro y lograr que toda la población reciba energía asequible, segura y sostenible”, pondera.

Para mediados de 2020, la ADIE espera la entrada de seis parques de energía renovable, compuestos de 182 megavatios de energía eólica y 113 megavatios de solar.