IV Edición: Recursos energéticos & mineros

«Entre el 30 y el 40 % de los campos de la Patagonia han cerrado por falta de rentabilidad»

Saenz, que fue presidente la Sociedad Rural en Trelew y supo encabezar a la Federación zonal, analizó que «si nosotros miramos lo que está pasando hoy con la producción ovina, vemos que hay una gran diferencia de cómo ha sido la historia de la producción en estos últimos treinta años».

«Está producción ha servido para poblar prácticamente toda la Patagonia, generar los pueblos de todo el interior y generar el 90 a 95% de actividad en toda la región», ponderó.

«Hoy nos encontramos con una situación muy preocupante, que es que han cerrado entre 30 a 40% de los campos de toda Patagonia por falta de rentabilidad y por otros varios motivos», remarcó.

LOS MERCADOS NO SON EL PROBLEMA

Está situación no coincide con lo que sucede en el mercado a nivel mundial: «esto es lo grave, porque nosotros en la producción de lana, estamos en este momento en valores que son buenos, medios, no son los mejores de la historia, pero tampoco los peores. Son valores que en la historia hacen que la producción sea viable y rentable. También es muy importante la producción de carne ovina. Nosotros tenemos la propiedad con los tipos de animales que usamos y podemos producir mucha más carne ovina que la que se producía hace veinte anos atrás y los mercados de carne ovina se encuentran en un momento excelente, tal vez, de los mejores. Australia que es de lo mejor en producción ovina del mundo acaba de tener un semestre en el que tiene récord de producción de corderos y carne ovina de su historia. Por lo tanto, los mercados no son el problema».

«Acá entramos en un tema que es complejo, no es una sola idea, son varias las cosas que nos han afectado. No quiero hablar de subjetividades, sino de cosas concretas y la gente ha cerrado sus campos y los campos valen un 50% menos de lo que valían hace veinte años quiere decir que la actividad está en un momento muy delicado», lamentó Saenz.

VARIACIÓN DEL TIPO DE CAMBIO Y RETENCIONES

«El principal problema que ha tenido está actividad a lo largo del tiempo es la variación con el tipo de cambio y las retenciones. Esto se ve hoy muy claramente cuando nosotros estamos vendiendo nuestra lana con un dólar de 145 pesos y tenemos la mayoría de los costos de producción con dólares que van desde 250 a 280 pesos, son los costos más altos que he registrado en los últimos veinte años por animal. Históricamente teníamos un costo de 15 a 16 dólares por animal y hoy estamos arriba de 30 dólares por animal de gasto anual. Este es uno de los motivos y, tal vez, uno se pregunta por qué ninguno de los países vecinos, ni Uruguay, ni Chile, Paraguay u otros tienen este problema de distinto tipo de cambio, sino que tienen un tipo de cambio libre y sus exportaciones han crecido en forma notable como es que Chile exporta 6.000 dólares por habitante y Argentina 1.800 dólares por habitante. Entonces quiere decir que las razones del manejo que se ha hecho con este tema tan central, ha perjudicado enormemente a las exportaciones y sobre todo a las economías regionales que tienen una gran dependencia de esta variable», fundamentó.

EL COSTO LABORAL

«También hay un tema que es muy particular de la Patagonia y que lo tenemos hace muchos años y que es el mayor costo laboral con respecto al resto del País. Nosotros tenemos un 20% más de sueldos y de cargas por zona. Pero quiero contar como es la historia de este 20% porque afecta a todas las actividades de la Patagonia: En el año 1999 el Congreso de la Nación dictó una Ley, que decía que se debe pagar en la Patagonia, por los mayores costos de vida que hay, ese porcentaje. Que es remunerativo, por lo que también tiene cargas sociales y significa un 20% más de sueldo y un 20% más de carga. Esto el Congreso lo sacó como una medida de la Nación pero que era pagado por el empleador y ese mismo mes, se descontaba de las cargas sociales, entonces para el empleador era neutro y era pagado por el Estado a través de la Anses, cómo cualquier otra actividad», explicó.

«En una de las crisis que tuvo el país, cuando estuvo de presidente De la Rúa, se tomó la decisión de pasarle al sector empleador está carga, con lo cual quedamos en desventaja con el resto del país, no solamente con la desventaja de todos los costos más elevados que tenemos que pagar, sino que también tenemos que pagar está sobrecarga. No es que nosotros, los empleadores, no querramos que los empleados tengan este 20%, todo lo contrario, me parece que es una idea excelente que los empleados tengan un 20% más de sueldo, porque además se lo merecen por los motivos de los que estamos hablando sobre la Patagonia y son reales. Pero el problemas es que nos lo han pasado y nos han dejado en desventaja con respecto al resto del país y esto es lo increíble, porque estás en un lugar donde tenés mayores costos y tenemos que pagar está sobrecargo. Esto tiene una dimensión dentro de los costos de producción enorme», evaluó.

«Dentro de mí actividad, la rural, los costos de los empleados es de alrededor del 50% y si yo sobre ese porcentaje, tengo un 20% adicional, en el costo total es un 10% más, que no lo puedo descontar de ningún lado y es como tener un impuesto más de ingreso bruto del 10% adicional. Esto no sería soportable en ningún lugar del mundo, sin embargo, acá lo tenemos en la Patagonia hace más de veinte años y no veo que estemos en este momento luchando por una medida que sea importante», reprochó

AYUDAR A LOS PRODUCTORES

«Hay cosas que han llamado mucho la atención. En su momento cuando caía la producción de lana, y que las fábricas con razón que están instaladas acá en Trelew y que tienen una capacidad de producción más grande que tenemos en la Patagonia, por falta de lana, recibieron RePro que fue una ayuda hacia los empleados mediante las firmas laneras industriales y no a los productores, que es donde se originaba la falta de lana. O sea, si había que ayudar a alguien era a los productores, quienes estaban generando la lana para que hubiera más lana. Pero sin embargo se ha llegado a tomar medidas de este tipo», recordó.

«Entonces creo que si hablamos de los mayores costos que tenemos acá en la Patagonia, y que tienen que ser reconocidos, le digo que tenemos: mayores distancias para ir a los campos, más gasto de combustible, más gasto de flete, más destrucción de vehículos, caminos muy difíciles por todo el interior. Por ejemplo, hacer unas instalaciones nos cuesta mucho más en el interior para llevar todas las cosas nos cuesta mucho más que acá en la ciudad y dónde nunca hubo un programa, por ejemplo, de viviendas rurales para la gente que tenemos en el campo, mientras que en las ciudades hay para todo tipo de asociaciones y agrupaciones y el Estado ha construido muchísimas viviendas, pero nunca se ha hecho un plan para construir viviendas en el campo, para la gente que trabaja en el campo. Estás son distintas cosas que son políticas que no han tenido en cuanta a la producción del campo», demandó.

«También hoy, dentro de los inconvenientes que tenemos, está la gran cantidad de depredadores. Tenemos que hablar de las zonas donde ya no se puede producir más por la cantidad de pumas que terminan con las majadas y la falta de gente -que comenté por mayores costos- contribuye a está situación. Por otro lado, el aumento de la cantidad de presencia del guanaco que termina compitiendo por la cantidad de pasto y agua que tenían las ovejas. También está la presencia de los perros en las ciudades que salen en la noche no tienen controles y matan a las ovejas. Esto pasa en todas las localidades del interior y acá en las ciudades de Trelew, Rawson, Madryn y otros lugares. Todo esto nos ha jugado en contra», se quejó Saenz.

«También hay una necesidad de formación de gente de campo. Nosotros tenemos un sistema en el que debemos cambiar muchas cosas que debemos cambiar e innovar para mantener esta producción actualizada y acorde a los tiempos que corren y no hay formación de gente de campo en prácticamente ningún lugar, entonces, no es fácil encontrar personas idóneas para tener en el campo», alertó.

DETERIORO DE CAMPOS

«Después, otro problema que tenemos, del cual nosotros los productores, somos un poco responsables y es el deterioro de los campos en general. Si uno mira en el tiempo, desde hace treinta años a esta parte, la producción era un 20 a 30% superior en los buenos campos que están en la costa, en la Cordillera y que hoy están en producción. Acá hubo un deterioro de la vegetación y uno de los motivos que hemos tenido es que en determinados momentos de sequía o malos años, o algún productor en su afán de su economía ha dejado más animales de los que podía tener en su campo y eso ha ido provocando un deterioro. Esto se debe sumar a los otros problemas y hoy tenemos la realidad de que los campos se han deteriorado y esto hay que asumirlo y debemos enfrentarlo, para cambiarlo, para mejorarlo y para arreglarlo porque es la gran herencia que nuestros antepasados nos han dejado y es la exigencia del mundo hoy, donde las cosas deben ser sustentables y debemos cuidar el medioambiente. En la medida que no podamos encuadrar en esto, nuestra producción no va a tener futuro», admitió.

EXIGENCIAS DEL MUNDO

«Las cosas están cambiando aceleradamente y el mundo requiere de nuestros productos y ciertas exigencias. Todos los temas de bienestar animal, de conservación y cuidado de la ecología nos obliga a trabajar distinto porque nos demandan de otra forma. Hoy la firmas que compran lanas del mundo, nos preguntan antes de comprar un lote de lana, es que estamos haciendo por el bienestar animal, con el cuidado del medio ambiente. De acuerdo a eso, también es el interés y la diferencia de valores que tenemos. Entonces yo creo que esto nos ha venido muy bien a los productores, porque nos ha ayudado a cambiar la forma de trabajo, porque tenemos que cuidar más el suelo, las plantas, el Estado de los animales, el estado de la gente que tenemos en el campo, la forma de trabajo y todo esto nos lleva a ser una actividad mejor. Estás normas son internacionales y si nosotros no nos metemos de lleno en esto nos quedaremos afuera».

«Nosotros tenemos un producto que es realmente fantástico. La lana en comparación con los productos sintéticos y demás tiene un montón de condiciones sumamente interesantes y mejores, pero tenemos que poner todo esto y mostrarlo, publicitarlo y eso no lo estamos haciendo del todo bien».

VENTA DE BONOS DE CARBONO

«Con respecto a esta norma internacional RWS, hay algunos puntos que en la Patagonia nos cuesta todavía poder encontrar las formas de cumplirlas. Uno de los temas pendientes es la conservación de los suelos y el mejoramiento de los suelos y plantas porque tenemos que trabajar mucho sobre los pastizales, los medidores de captación de carbono y demás, porque además de trabajar bien y mejorar nuestros suelos, tenemos la oportunidad que se viene en el futuro, para la venta de bonos de carbono. Cuando nosotros hacemos un pastoreo racional, una producción técnicamente bien hecha podremos no solamente producir mejor sino , además, anexar un negocio nuevo que se viene en los próximos años que es la venta de bonos de carbono a raíz de estas mejoras», alentó Saenz.

SEQUÍA

«Acá en la Patagonia tenemos otro factor que no podemos solucionar como en otras regiones del país, como es la sequía y como mantener el estado corporal de los animales. El sistema RWS nos obliga a mantener a los animales en cierto punto y no poder bajar de ese estado, sino hay que sacarlos del campo o suplementarios técnicamente de alguna forma, sino el animal empieza a sufrir y a producir mal. Entonces este trabajo tenemos que enfocarlo, hacerlo y mejorarlo porque tenemos que cumplir con eso y esto requiere un cambio importante que es un desafío para los productores. Después hay instituciones como el INTA que tienen que ver con el apoyo general para encontrar nuevos modelos para que nosotros podamos fehacientemente que esto está funcionando. Entonces, en la Patagonia, con el paraguas que tiene de zona limpia, sustentables, ecologica, tendríamos una suerte de tener un cartel para la venta de nuestros productos».

LOS DEPREDADORES Y SU ACCIÓN DEVASTADORA

«El tema de los depredadores refleja que «cuando nosotros teníamos todos los campos ocupados y con personal dentro del campo, siempre se tuvo como tema fundamental de su trabajo, conservar el equilibrio y que las especies depredadoras no crecieran exponencialmente. Entonces cuando aparecía un puma, se lo seguía, se lo encontraba, porque un puma puede matar de veinte a veinticinco animales por día tranquilamente y al cabo del año puede deteriorar el 50% de una majada. Por otro lado, están los perros cercanos a la ciudad y se instalan a vivir en el campo, y es muy difícil cuando se acostumbra a vivir en el campo solo, porque es muy inteligente en cuanto a su capacidad de evitar a los corredores y demás, y a veces, tenemos a los perros instalados por meses constantemente matando ovejas y nos cuesta muchísimo agarrarlos. Después, el tema del guanaco también es una cosa que en un determinado momento había un equilibrio y hoy en la provincia de Santa Cruz, están censados unos dos millones de guanacos y eso come por cuatro millones de ovejas, que es lo que ha caído la producción en ese provincia, porque el pasto no es infinito y nuestra región no es nada fácil tenerlo. También las aguas son escasas y los guanacos cuando están en cantidad compiten directamente con la producción».

FONDO POLÍTICO

«Yo creo que todo esto va al fondo de un tema político. Es muy difícil que los Gobernadores, Diputados, Congresistas, pongan normas en contra de estas cosas. Entonces veo a través de los anos que cada vez toman más fuerza, dentro de las estructuras del gobierno, las secretarias de fauna que las de producción, porque son temas delicados de abordar y el gobierno tiene miedo de abordar los porque en la población en general, hoy no hay una información bien clara de todo este tema y entonces lo primero que se hace es proteger al zorrito, al chulenguito, y es razonable que la población no conozca a fondo este tema, pero quienes tienen que tomar las decisiones tienen que ir un poco más allá de esta simple información y buscar cuales son las medidas que afectan a la producción que en definitiva sustenta la actividad económica en la región».

PÉRDIDA DE PREPONDERANCIA

«Hay un problema que veo a través de los años, que es en general en la mayoría de las actividades. Pero específicamente, en la actividad del campo, creo que hemos pedido presencia, preponderancia en la opinión pública, no hemos informando correctamente las cosas y creo que los problemas económicos y los que vamos teniendo, y el poder económico para poder armar soluciones nos ha ido diezmando. Pero nos ha pasado a nosotros y a muchas actividades. Antes teníamos gente muy fuerte en las cámaras de industria, en las cámaras de comercio y todas las agrupaciones que juntan a las empresas, pero hay cosas como las que hemos mencionado, como el 20% de más que estamos pagando de sueldos y de cargas -incluso el Estado lo está pagando- y es una forma en la que se va mucha plata de la Patagonia, todos los meses y no vemos que estemos todos unidos, los empresarios, políticos y la gente de la producción en, por lo menos, que nos traten igual al resto del país, no hablamos de que nos den ventajas. Esto es realmente increíble y creo que creo que en la actividad debemos plantearnos esto y repensarlo porque me parece que carece de sentido común. Creo que todos deberíamos trabajar porque estamos en la Patagonia, trabajamos acá y esto es un impedimento muy grande para muchos proyectos, no solamente el nuestro, sino toda la actividad económica de Chubut y toda la Patagonia».

«Tengo esta inquietud porque he sido directivo de la ciudad de Trelew, de Camarones, de la Federación y en aquellos momentos hemos logrado medidas importantes para la producción porque se ha entendido este tipo de cosas que con el tiempo se han ido diluyendo. Creo que las instituciones que son las que tienen la representación deberían, en un tema tan claro e importante, pensar en unirse y conseguir el acompañamiento de senadores, diputados y gobernadores de la Patagonia que están afectados».

PRODUCCIÓN DEJADA DE LADO

Saenz enfatizó además que «la producción ha perdido preponderancia e interés en los funcionarios y creo que la tienen un poco abandonada, dejada de lado y es como que se está tomando como normal esto de que los campos se tengan que cerrar para poner molinos y otra cosa, pero quienes producimos sabemos que realmente, que si en otros lugares del mundo esto funciona bien, no hay razones de que no funcione en la Argentina. Son las medidas que se han tomado durante mucho tiempo en este país y yo diría que muchas veces nos hemos ilusionado con programas, incluyendo cuatro o cinco periodos de Gobernadores, con planes para la ganadería. Siempre se ha consultado, se decía, pero ninguno se llevó a cabo de todo lo que se ha coordinado con los productores, más allá de un crédito, pero se sabe que si no hay rentabilidad, un crédito solo sirve para seguir enterrándose en el futuro. Por esto creo que la actividad no está teniendo la importancia que realmente tiene y la posibilidad que realmente tiene con un producto que es excelente tanto en la parte de carne como de lanas y que tiene mercados en todo el mue si, porque es muy exportable».

LA GANADERÍA, IRRECUPERABLE EN ALGUNOS LUGARES

«Creo que hay oportunidad, pero por empezar hay que sacar estás patas de arriba que tiene el Estado en este momento. Pero los productores tenemos que hacer una tarea de cambiar y mejorar para hacerla más moderna y con cambios viables que se pueden hacer. Pero tenemos que encontrar un marco que nos de oportunidad de que eso suceda».

Soy optimista con los sistemas de producción, pero algunos dirigentes muy importantes, como por ejemplo, el Presidente de la Federación de Santa Cruz, con tremenda experiencia que tiene, en su último informe cree que la ganadería, al estado al que ha llegado, es irrecuperable en la Patagonia. Hemos llegado a un nivel de deterioro tan grande, por lo que cuesta todo los que se abandonó, como alambres, insumos, e infraestructuras que se fueron abandonado, porque no hay gente para mantenerlos, tiene un costo para hacerlo de nuevo que es enorme y mantenerlo durante un tiempo se pudo haber mantenido como sucedió en algunos campos, pero en otros es irrecuperable y eso me pareció un mensaje muy importante, porque es como decir que si los políticos no entienden la actividad, por más que estén los mercados muy buenos, acá no va a funcionar».

«Igual me siento optimista en cuanto a los sistemas de producción y como avanza la tecnología, la genética y las herramienta productivas, pero no podemos hacer nada acá, porque la conclusión es que la actividad para mí, va hacia un peligro de extinción, donde en gran parte de la Patagonia, es irrecuperable», concluyó.

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