IV Edición: Recursos energéticos & mineros

La agricultura dominicana sigue pendiente de tecnificarse

La tecnología aplicada a la agricultura dominicana mejora la competitividad de los agricultores, asegura la productividad, contribuye a garantizar la seguridad alimentaria y beneficia al país con empleos indirectos.

Al analizar las tecnologías emergentes en el sector agropecuario dominicano, el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) determinó que el control biológico de plagas y enfermedades lleva la delantera, con un 6%. Le siguen la inseminación artificial del ganado bovino y porcino, con el 5.3%; la biotecnología, con 4.7%, y el trasplante de embriones, con un 4.7%.

De igual forma, la agricultura de precisión, con un 4%, y la producción bajo ambiente controlado (invernadero) y certificaciones agrícolas internacionales también con un 4%.

Además, el manejo de ordeño mecánico, de drones, fertirrigación y buenas prácticas agropecuarias, con el 3.3% cada una, indica el informe Consultas Sectoriales para Identificar Uso de Tecnologías en el Sector Agropecuario, elaborado por el Infotep.

De acuerdo al informe, por el surgimiento de las referidas innovaciones tecnológicas se han creado los puestos de trabajo de: encargado de finca, supervisor de calidad y producción, administrador de granja (porcina, avícola), especialista en transferencia de embriones, técnico inseminador, operador de máquinas de empaque, encargado de laboratorio y asesor técnico.

El 6% de los productores que se apoya en la tecnología busca controlar plagas.

“En materia de tecnología agrícola República Dominicana se encuentra dividida. Nosotros tenemos fincas que tienen la más avanzadas herramientas que puedes conseguir en cualquier país desarrollado del mundo. En materia de riego el país ha avanzado al mismo nivel que Estados Unidos, Holanda e Israel. Ahora, no muchos pueden adquirir esa tecnología por el alto costo que tiene. Para poder adquirirla el agricultor debe buscar mecanismos financieros”, señala el ministro de agricultura, Osmar Benítez.

Indica que en uno de los campos donde la tecnología está más avanzada es en la agricultura de precisión, que utiliza una combinación de estaciones meteorológicas inteligentes y satélites como instrumentos de medición y monitoreo.

“El uso de sensores remotos como un satélite te permite medir factores físicos o climáticos que facilitan la toma de decisión por parte de agricultor”, dice. Benítez destaca que los agricultores en el país pueden acceder a los satélites europeos, principalmente el Sentinel, y el sistema americano Landsat, que permite monitorear el manejo de humedad y buenas prácticas.

“Otra tecnología que se ha popularizado en el país es la mecanización, cada día avanzamos más en ese sentido, tenemos productores de arroz que hacen siembra, no a mano sino mecanizadas, utilizando avionetas”.

El ministro y agroproductor destaca el uso de vehículos aéreos no guiados, como drones con sensores que permiten determinar los niveles de humedad, ataques de plagas y enfermedades, así como otros drones para la automatización de algunas prácticas de cultivos.

Un avance tecnológico se refleja en la carga de productos. La industria bananera de exportación se realiza a través de cable vía. Mientras que, en materia de fertilización agrícola, muchos productores han adquirido el sistema de irrigación presurizado para una fertirrigación.

El ministro señala que en el área ganadera el país cuenta con fincas que manejan sus vacas con sensores en las orejas, a través de placas digitales. Hay granjas de cerdos automatizadas que manejan la parte del buen trato animal y de manera eficiente el uso de desechos sólidos, que se llevan a un biodigestor que produce gas metano y genera energía eléctrica.

“En la avicultura encuentras la misma tecnología de Francia y Estados Unidos en materia de producción de pollos en ambiente climatizado, donde tú controlas temperaturas que te permiten reducir el límite de mortalidad por calor”.

Retos de la agricultura dominicana

El ministro sostiene que el primer reto con el cual deben trabajar en la agricultura es el de la educación. Explica que si se educa al agricultor, este aprende que la tecnología le beneficia y estaría dispuesto a invertir en su adquisición. “No quiere decir que sea una formación universitaria, puede ser una formación vocacional, práctica, tipo Infotep, eso es fundamental para el salto en la tecnología”.

Por otro lado, la necesidad de crear financiamientos a largo plazo. “Desde el ministerio estamos discutiendo una política pública orientada a financiar la tecnología a largo plazo, dando entre 8 a 12 años para que el agricultor pueda pagar sin presión”.

El vicepresidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), Hecmilio Galván, concuerda con el funcionario en relación al tema educativo.

Sostiene que hay un capital humano con muchos problemas educativos, con analfabetismo muy alto, tanto entre los productores como en sus empleados.

Uno de los campos donde la tecnología está más avanzada es en la agricultura de precisión

“Los pequeños productores no están preparados para el uso de la tecnología avanzada, por eso necesitamos profesionales bien pagados para enseñar y aplicar esa tecnología. La escuela agrícola del país tiene que ponerse a tono con las nuevas tendencias del mundo”, dice.

Por otro lado, Galván entiende que la tecnología en el país está en mano de muy pocos productores. Sostiene que lo ideal sería que todos puedan contar con ella a través de un proceso de “democratización”. Indica que el Estado tiene muy baja inversión en esta materia, sobre todo en la adquisición de maquinarias y en la investigación.

“La inversión en tecnología es muy poca. Primero hay que comparar lo que invierte el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf) como generador de tecnologías y considerar la adquisición de maquinarias a través del Ministerio de Agricultura, la cual es bastante baja”.

De 2013 a 2018 el Idiaf, institución responsable de la ejecución de la política de investigación y validación agropecuaria y forestal del país, desarrolló 67 proyectos de investigación y transferencias de tecnologías con una inversión de RD$126.6 millones.

De acuerdo a informaciones de la entidad, dentro de este período se han desarrollado productos tecnológicos para apoyar las agroexportaciones, como la introducción y evaluación de 18 nuevas variedades de mango.

También el establecimiento de un banco germoplasma y sistema de producción de material certificado de propagación en cítricos.

La validación de germoplasma de nuevas variedades de hortalizas de origen coreano, la validación de nuevas variedades de lechosa y la definición de una metodología para la reproducción in vitro.

En la parte de productos tecnológicos para apoyar la producción animal, destacan la transferencia de módulos de producción para ganadería de doble propósito en la región Este, unidades de laboratorio para la producción de semen del ganado caprino y bovino y para la producción in vitro de embriones y nuevas razas tropicalizadas de bovino en ganadería de doble propósito.

En 2018 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) realizaron vuelos en la provincia de Montecristi con la utilización de vehículos no tripulados (drones) para el Sistema de Alerta Temprana (SATEM), en el marco del Proyecto de Medidas de Acompañamiento al Banano (BAM) financiado por la Unión Europea.

Dichos vuelos tienen la finalidad de analizar la data, a gran escala, generada por las estaciones meteorológicas instaladas en fincas de cultivo de banano, lo que permitirá la implementación de modelos de predicción de riadas e inundaciones, análisis de daños, diseño de medidas de prevención y mitigación, planificación de cosechas y el apoyo al uso racional de los recursos hídricos de la cuenca del río Yaque del Norte.

David Benítez, mercadólogo y encargado general de la finca de plátanos propiedad de la empresa Inversiones Gorben, explica que el país cuenta con tecnología, pero hacen falta las personas capacitadas que puedan usarlas.

“El mayor reto que tiene el país es capacitar a las personas para que usen la tecnología. De nada sirve que tengas el financiamiento; si no sabes utilizar las herramientas no estás en nada. Entiendo que hay una barrera de conocimiento muy alta entre quienes están dirigiendo el sector y la tecnología que disponemos”.

Capacitación

De acuerdo al informe de Infotep, entre las competencias técnicas que debe tener el personal calificado en las nuevas tecnologías se destacan el manejo adecuado de técnicas de inseminación artificial; de poda, plagas y enfermedades; así como experiencia de campo, manejo de fertilización orgánica; de las tecnologías de la información, y de Sistema de Información Geográfica (GIS). También dominar la especialidad en transferencia de embriones.

Además, el informe señala que los ejecutivos consultados señalaron que para afrontar el uso de nuevas tecnologías se necesitan crear competencias transversales relacionadas a la responsabilidad, el trabajo en equipo, la sensibilidad hacia temas ambientales y el emprendimiento.

Avances en el sistema de riego

En un recorrido realizado por elDinero en la finca ubicada en Hatillo, San Lorenzo, en Santiago, David Benítez mostró las herramientas con que cuentan para sus procesos agrícolas, dentro de los que destacan un sistema de satélite que permite medir la velocidad y dirección del viento, la radiación solar y el nivel de evaporación, ofreciendo información oportuna y precisa para la toma de decisiones.

“Este sistema nos permite ahorrar, al saber la cantidad de productos o agua que debemos usar en un campo u otro”. Antes el regadío de los campos funcionaba a través de sistema por goteo, ahora está cambiando a aspersión.

“Contamos con un reservorio por si en algún momento tenemos sequías, conectado a través de tuberías a nuestro sistema de riego”, indica.Una de sus mejores adquisiciones es un drone especial para fumigar, que tiene una capacidad de almacenamiento de 10 litros. Con esta herramienta se puede aplicar cualquier producto que sea líquido, y puede trabajar de 45 a 60 tareas en una hora.

Fuente

El Dinero