Pompeo inició el pasado viernes una gira por el hemisferio sur que tuvo como primera parada Chile. Desde allí, avisó de que la inversión china es “corrosiva” porque erosiona el “buen gobierno” y dijo que Estados Unidos está dispuesto a ofrecer “alternativas”.

“En su cooperación con América Latina, China está comprometida con los principios de igualdad, respeto y beneficio mutuo”, ha dicho el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, en la rueda de prensa diaria.

Lu ha defendido que China ha favorecido el desarrollo económico y el bienestar social en la región. Como ejemplo, ha indicado que el comercio entre el gigante asiático y Chile alcanzó los 42,800 millones de dólares el año pasado, de los cuales 26,900 eran exportaciones de la nación suramericana.

También ha contestado a Pompeo en lo tocante a Venezuela. El secretario de Estado acusó a China de “hipocresía” por hacer un llamamiento a la no intervención en los asuntos venezolanos. “Sus intervenciones financieras han ayudado a destruir el país”, dijo.

“Hemos tomado nota de las infundadas acusaciones del secretario Pompeo contra China sobre el tema de Venezuela”, ha respondido Lu, recordando que la posición de Pekín ha sido “clara y consistente”: “Estamos comprometidos con los objetivos y principios de la Carta de Naciones Unidas de paz y estabilidad en la región”.

El portavoz de la diplomacia china ha calificado de “irresponsables y sinsentido” los intentos de Pompeo de “difamar a China y sembrar la discordia con los países latinoamericanos”, advirtiendo de que solo socavan la “dignidad” de Estados Unidos.

Además, ha acusado a Estados Unidos de usar América Latina como su “patio trasero”, recurriendo a “presiones, amenazas y incluso a la subversión”, y ha confiado en que los países de la región sabrán distinguir a “un verdadero amigo de uno falso que está ignorando las normal y propagando el caos”.

“Desde hace tiempo, algunos políticos estadounidenses han recorrido el mundo con el mismo guión en el bolsillo de embarrar a China, iniciando fuegos, avivando llamas y sembrando discordia (…) Pero una mentira sigue siendo una mentira por mucho que se repita mil veces. Quizá el señor Pompeo debería tomarse un respiro”, ha sentenciado.

La crisis en Venezuela, donde Estados Unidos y China apoyan a bandos opuestos, siendo Washington el principal baluarte de Juan Guaidó como mandatario interino y Pekín uno de los socios internacionales del Gobierno Nicolás Maduro, ha reactivado la preocupación de la Casa Blanca por la influencia de actores externos como China y Rusia en la región.