IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El vicepresidente de Ecuador subraya que “hay que sostener” la dolarización

Veinte años después, el balance es totalmente favorable para el país”, aseguró el segundo gobernante en un video colgado en su perfil de Twitter.

En su opinión, la dolarización ha permitido incrementar los ingresos promedio de los ecuatorianos “en casi diez veces, de 80 a casi 739 dólares mensuales, y a pesar de aquello, casi cuadrupliquemos o quintupliquemos nuestras exportaciones no petroleras”.

“Hoy somos número uno en camarón, seguimos siendo número uno en exportaciones bananeras, grandes líderes en atún, grandes líderes en cacao, en flores, con dólares, pagando buenos sueldos”, indicó.

Y agregó: “encontramos la competitividad en la calidad, encontramos la competitividad en la forma mejor de hacer las cosas, en el mismo trato mejor a la gente, y seguimos un modelo de desarrollo en estabilidad”.

El vicepresidente subrayó que a la dolarización “hay que sostenerla”.

“El que diga lo contrario está viendo posiblemente intereses particulares o está viendo solo un árbol y no el bosque”, anotó al usar el bosque como símil de los millones de ecuatorianos “que nos hemos visto beneficiados de este modelo de dolarización”.

Sonnenholzner opina que para la gente, la dolarización “ha sido una garantía de certidumbre y de estabilidad, de planificación de su vida. Hay dificultades, pero debemos seguir haciendo todo para sostenerla”, subrayó.

En diciembre pasado, el presidente ejecutivo de la Federación ecuatoriana de Exportaciones (Fedexport), Daniel Legarda, aseguró que las exportaciones ecuatorianas no petroleras terminarían 2019 con un incremento superior al 4% con relación al año anterior, empujadas principalmente por las ventas de camarón.

Según datos de Fedexport, entre enero y octubre pasado, la balanza comercial total presentó un saldo positivo de US$132 millones, mientras que en ese lapso de 2018 hubo un déficit de US$264 millones.

Pero sobre la balanza comercial no petrolera, los datos de Fedexport señalan que entre enero y octubre pasados hubo un resultado negativo de US$3,565 millones, con exportaciones por US$11,100 millones e importaciones por US$14,665 millones.

El déficit en los mismos meses de 2018 llegó a US$4,196 millones con ventas por US$10,638 millones y compras por US$14,834 millones.

Legarda sugirió el miércoles una mayor apertura comercial, el fortalecimiento del sistema financiero y una mejora de la competitividad para fortalecer la dolarización en el país andino.

En el Foro 20 años de dolarización: retos y desafíos, Legarda destacó la estabilidad alcanzada, pero remarcó que el modelo se ha mostrado eficiente pese a que el país no ha tenido la suficiente disciplina fiscal.

Según él, si Ecuador no hubiese adoptado la dolarización, ahora tendría una realidad mucho más precaria y cercana a situaciones similares como las que afrontan otros países como Argentina o Venezuela.

El 9 de enero del año 2000 se anunció la muerte del sucre, la antigua moneda nacional, y la adopción del dólar estadounidense.

El entonces presidente Jamil Mahuad decretó la dolarización en esa fecha, pero doce días más tarde fue derrocado en medio de intensas protestas sociales y una crisis financiera considerada como al peor de la historia nacional.

Mahuad dispuso que el dólar se cambiara a 25,000 sucres, lo que generó un desasosiego social que se tradujo en una masiva emigración de ecuatorianos, calculada en 2.5 millones de personas que fueron en busca de mejores oportunidades a destinos como Estados Unidos, España e Italia, entre muchos otros.