IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Futuro blockchain, entre apertura de China y las criptomonedas

Sobre la expansión de esta tecnología, iniciada en el desarrollo de criptomonedas como el bitcoin, y la necesidad de garantizar las transacciones, se han celebrado sendos paneles, en los que han intervenido representantes de empresas del sector como Everledger, RadicalXchange, BitPesa o AID Tech o Consensys. Varias de ellas han puesto en marcha la primera plataforma neutral y pública capaz de mostrar visualizar datos de “blockchain”, con el objetivo de ayudar a las empresas a responder a las demandas de los consumidores de productos éticos y ecológicos.


Uno de los socios fundadores de Consensys, Andrew Keys, ha expuesto algunas de las tendencias que en su opinión marcarán la evolución de esta tecnología a o largo del año. Entre otros asuntos, Keys ha señalado que el marco global cambiará radicalmente una vez que entre en vigor la nueva legislación china, más favorable que hasta ahora.


El propio presidente Xi Jinping anunció el pasado octubre el cambio de rumbo y el apoyo gubernamental a partir de este año, y el banco central de China ha anunciado que pronto probará su moneda digital en las ciudades de Shenzhen y Suzhou, en colaboración con cuatro bancos comerciales estatales. El espaldarazo chino obliga al resto de países a acelerar el paso, lo que podría derivar en una gran expansión del sistema.

En cuanto al bitcoin, el “patriarca” de las criptomonedas, Keys no ha querido pronunciarse sobre si está obsoleto o conseguirá sobrevivir a la competencia de otras monedas virtuales. Entre ellas destaca Libra, ideada por Facebook, que según sus creadores no experimentará este año ninguna gran innovación una vez que ha conseguido situar el “blockchain” en la agenda global.

Pero cuando finalmente se ponga en marcha, ha explicado Andrew Keys, se prevé que sea adoptada por millones de personas, siempre y cuando compañías chinas como WeChat, Alipay y Alibaba no le disputen la primera posición de mercado. A Libra le puede perjudicar la pérdida de confianza de los usuarios de Facebook tras conocerse el uso que ha hecho de sus datos, y tendrá que ser muy convincente y muy cauta si quiere convencer a sus clientes de su modelo de “banca social”.