IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Petróleo cae mientras OPEP se reúne en Viena

Arabia Saudita está presionando por una reducción de 1,5 millones de barriles diarios y Rusia está a favor de mantener el suministro en los niveles actuales hasta el final del segundo trimestre.
La OPEP se está reuniendo actualmente para discutir recortes más profundos en la producción de petróleo en respuesta al impacto de la demanda del coronavirus.


Las naciones de todo el mundo se han visto obligadas a inyectar efectivo en economías en desaceleración mientras luchan por contener el brote que se extiende rápidamente, con Goldman Sachs Group Inc. entre bancos y consultores que advierten de un impacto significativo al consumo este año.


El alcance total del golpe a la demanda es lo que la OPEP y sus aliados estarán sopesando cuando se reúnan en Viena durante los próximos dos días.

El mercado está “esperando que la OPEP descubra si Rusia quiere jugar a la pelota”, dice Ole Sloth Hansen, jefe de estrategia de materias primas en Saxo Bank A/S.
“En esta etapa no lo hace, pero enfrenta el riesgo de ver otra caída de US$10 que pueden estar listos para unirse” al juego.

Los futuros del crudo West Texas Intermediate para entrega en abril cayeron 35 centavos a US$46,43 por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York a las 10:38 a.m., hora de Londres. El crudo Brent para liquidación en mayo bajó 0,7% a US$50,75 por barril en la bolsa ICE Futures Europe.

A su llegada a Viena, los ministros de Petróleo de Emiratos Árabes Unidos y Nigeria dijeron que estaban confiados en que el grupo llegaría a un acuerdo. Es probable que Moscú espere hasta el último momento para tomar una decisión recpecto a respaldar o no recortes más profundos, dijo el ministro de Petróleo iraní, Bijan Namdar Zanganeh.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, no participará en la reunión del jueves, pero regresará a la capital austriaca el viernes.

Se espera que el grupo reduzca la producción de 750.000 a 1 millón de barriles diarios y cualquier cifra menor “impresionaría poco” al mercado, según una nota de Australia & New Zealand Banking Group.