IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El FMI estima que la presión tributaria caerá a 12.5 % este año debido al COVID-19

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la pandemia tendrá un impacto en la capacidad del Estado para obtener recursos tributarios, y proyecta que al cierre de este año los ingresos por impuestos representarán 12.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), el nivel más bajo de los últimos seis años.

El porcentaje se traduce en 585,000 millones de pesos, unos 20,000 millones de pesos menos que los recaudados el año pasado, según indica el Fondo en su reporte detallado sobre el escenario dominicano que hizo público a finales de la semana pasada.

En el año 2019 la presión tributaria había sido de 13.3 % del PIB y recuperar ese nivel no será inmediato. El Fondo calcula que al país le tomará unos cinco años volver a registrar una capacidad del Estado de recoger recursos provenientes de impuestos similar a la que se registraba en 2019.

Los tributos que registrarán el mayor retroceso para las cuentas fiscales serán los impuestos al consumo de bienes y servicios y los tributos que se cobran sobre el consumo específico de hidrocarburos. En el primer caso, la bajada estimada de los ingresos por ITBIS sería a 7.4 % del PIB, cuando el año pasado se recaudó un monto equivalente al 8 % del PIB por ese concepto. Esto quiere decir que el FMI espera una caída de la demanda de bienes y servicios.

 

Mientras tanto, la disminución de la tributación por la vía del impuesto específicos a los hidrocarburos se relaciona con la bajada de los precios petroleros que se registra en los mercados internacionales.

Los datos que proyecta el FMI indican que pasará de 2.2 % registrado en 2019 hasta 1.7 % del PIB para este año.

Mientras el multilateral espera que el nivel de ingresos totales (que incluyen contribuciones a la seguridad social, donaciones y otros ingresos) se sitúe en 13.6 % del PIB, los gastos estimados para este año representarían un 18 % del PIB, lo que significa una subida de 1.4 puntos porcentuales con respecto al resultado de 2019.

Lo que más subirá será el gasto corriente por el pago de intereses y por los planes de subsidios sociales aplicados por el gobierno, como el “Quédate en Casa” y el Fondo de Atención al Empleado (FASE), para atender a la población vulnerable a los efectos económicos del COVID-19. La pandemia llegó, adicionalmente, en un año con procesos electorales, que implican un gasto público adicional.

El maratón del déficit

La diferencia entre los ingresos y los gastos públicos será más amplia. El FMI, ante el nuevo escenario que implica la pandemia, señala que la brecha fiscal será de 4.9 % del PIB para este año, más del doble de lo que esperaba inicialmente el multilateral, que era un hoyo de 3.1 % del PIB.

El pronóstico con respecto al déficit tampoco es alentador. Regresar a un nivel de 2.3 % del PIB, como el que se registró el año pasado, también será un maratón y no una carrera corta. El FMI dibuja una proyección hasta el 2025 de hoyos fiscales en torno al 3 %. Será ya para 2024 y 2025 cuando esperan que se registre un nivel de 2.6 %, todavía por encima de la brecha fiscal registrada el año pasado, que fue la menor de los cuatro años pasados.

El nivel de deuda es otro indicador que mostrará un importante cambio este año, pero el FMI considera que el manejo de los compromisos no será problema para el país.

El fondo espera que la deuda pública consolidada suba de 53.6 % del PIB hasta un 60.9 % del PIB al cierre de este año debido al efecto de la pandemia. Pero el multilateral estima que luego el peso de los compromisos irá bajando hasta que en el año 2025 se sitúe en torno a un 55.7 % del PIB.

En términos generales, el FMI espera que la economía dominicana, luego de perder unos 6,000 millones de dólares al cierre de este año por los efectos del COVID-19, crezca un 4 % el próximo año y vuelva a su crecimiento potencial de 5 % para el año 2022.