Los productos frescos directamente de las granjas de Nueva York están llegando a las familias del Bronx gracias a una nueva asociación entre GrowNYC , el Centro de Enriquecimiento Familiar Graham Windham OUR Place y The Point CDC .

El 6 de noviembre, las organizaciones comunitarias, que comparten un edificio en Garrison Avenue en Hunts Point , entregaron cientos de bolsas de cebollas, papas, verduras de hoja verde, apio, calabaza, huevos y zanahorias, mientras demostraban algunas formas creativas de utilizar los ingredientes. 

La nueva asociación y las distribuciones bimensuales llegan en un momento en el que muchas familias locales pasan hambre y muchas granjas locales están pasando dificultades. Los datos del USDA muestran que 3000 granjas de Nueva York cerraron entre 2017 y 2022 y, al mismo tiempo, el condado del Bronx tiene la tasa más alta de inseguridad alimentaria del estado . 

El centro familiar y The Point CDC siempre han tenido algún tipo de distribución de alimentos, pero la asociación con GrowNYC les permite atender a más residentes y, al mismo tiempo, beneficiar a las granjas neoyorquinas propiedad de minorías en el proceso. 

Según este acuerdo, los agricultores reciben un pago a través de una subvención federal (su comida no se dona) y el programa estatal “New York Food for New York Families” se asocia a su vez con grupos comunitarios para distribuir productos frescos y de alta calidad, dijo Marcel Van Ooyen, presidente y director ejecutivo de GrowNYC.

Los alimentos que llegan al Bronx son los mismos que se destinan al mercado de agricultores de Union Square y a restaurantes de lujo como Gramercy Tavern, dijo Van Ooyen. Y a los agricultores les encanta la misión que hay detrás de la asociación. "Están muy emocionados de que sus alimentos lleguen a comunidades como esta", dijo. 

Irónicamente, aunque el mercado de productos agrícolas más grande del mundo está a menos de una milla de distancia, la mayor parte de esos alimentos terminan alimentando al resto de la región, dejando al Bronx con sobras y contaminación, dijo Dariella Rodríguez, directora de desarrollo comunitario de The Point CDC. 

En muchas distribuciones de alimentos, la demanda es tan alta que muchas personas esperan en fila durante horas, dijo Rodríguez. El CDC de Point utiliza un sistema de registro para garantizar que los residentes no pierdan tiempo ni pongan en riesgo su salud y, en cambio, puedan acudir a una hora programada para recoger sus alimentos, dijo. El proceso también garantiza que los alimentos lleguen solo a las personas de la comunidad. 

Más de 150 personas acudieron a la distribución del 6 de noviembre, con docenas de bolsas más listas para ser recogidas por personas que venían para la programación regular o entregadas en el vecindario a aquellos que no pudieron asistir. 

En el Centro de Enriquecimiento Familiar, que está al lado, los residentes se reunieron para una demostración de cocina a cargo de miembros de la comunidad local, quienes utilizaron la cocina totalmente equipada del centro para preparar un jugo de zanahorias, jengibre y limón y una ensalada de pasta integral con verduras y pollo. Los residentes probaron muestras, se llevaron copias de las recetas en inglés y español, recibieron Health Bucks que pueden canjearse en los mercados de productos agrícolas locales y se llevaron a casa grandes bolsas de productos agrícolas. 

“Ahora pueden hacer rendir su dinero”, dijo la directora Yvette Borbon. 

El centro rotará entre un grupo de cocineros comunitarios que tienen licencia para manipular alimentos y están listos para compartir una variedad de recetas que muestran diferentes culturas y técnicas, dijo Borbon. Inspirada por los agricultores que envían sus alimentos, Borbon dijo que también le encantaría enseñar a la gente formas de cultivar sus propios alimentos, como la jardinería hidropónica, que consiste en enraizar las plantas en agua en lugar de tierra. 

“Siempre empezamos desde lo más pequeño pero soñamos en grande”, afirmó Borbón. 

Mientras The Point CDC y el Centro Graham Windham trabajan para alimentar a los residentes, también abordan problemas más grandes. 

Rodríguez dijo que su organización trabaja durante todo el año en cuestiones sistémicas relacionadas con la justicia ambiental y alimentaria, y si bien la inseguridad alimentaria es un problema creciente, sus voluntarios, socios y conexiones comunitarias están listos para soluciones tanto a corto como a largo plazo. 

“Nunca vamos a resolver el hambre con una despensa”, dijo Rodríguez. “Pero la gente necesita comer ahora”.