¿Qué es la República Digital? Es el programa estatal que busca promover la inclusión y el avance social a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), con la finalidad de cerrar la brecha digital, elevar la calidad en la educación, agilizar los servicios públicos y desarrollar los sectores productivos.

Una estrategia tan importante para el país no podía estar fuera de la fiesta cultural y literaria más grande que tiene esta media isla: la Feria INternacional del Libro. Y esa inclusión ha sido tan beneficiosa que atrae a un público joven e infantil y los acerca a los ebooks (libro digital) y el elearning (aprendizaje virtual).

Este impresionante pabellón deslumbra desde su fachada con un parque wifi que permite el acceso gratuito a la web. El verde esmeralda en el piso denota la relación que siempre debe haber entre tecnología y medioambiente, algo que se confirma con el propio montaje porque instalaron todo alrededor de tres plantas en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte.

La idea y producción del montaje es de EdileniaTactuk, quien precisa que el concepto evoca una nave espacial donde los tripulantes hacen un viaje tecnológico por todo lo que ofrece la República Digital. “Este hermoso proyecto es mucho más que laptops y wifi, es toda una revolución digital que abarca todos los sectores y estamentos gubernamentales”.

“Queremos que la gente sepa que con República Digital puede realizar cientos de transacciones y solicitar servicios que antes necesitaba ir a la oficina reguladora. El diseño que escogimos permite verlo todo desde el centro y eso genera el asombro de los visitantes. Estamos logrando el objetivo, las visitas no paran nunca”, detalló Tactuk.

Ciertamente es el pabellón más visitado en lo que va de FILSD2018 porque la fila para el recorrido interno nunca para, siempre hay personas esperando para entrar y ser testigos de una verdadera evolución TIC en República Dominicana. El tamaño del pabellón permite que cientos puedan estar concomitantes dentro y justo así es como sucede.

Antes de entrar a la nave, dos azafatas marcan tu registro y avisan tu llegada. Al cruzar el umbral uno de los oficiales explica en qué consiste y cuáles estancias están vinculadas a República Digital. A su derecha hay una impresora 3D que se roba la atención de la mayoría, sobre todo porque está en constante operación.

Lo próximo que verás es una pizarra interactiva que figura como modelo de las que ya empiezan a usarse en las aulas con la Revolución Educativa del presidente Danilo Medina. Un facilitador explica el funcionamiento y los niños presentes muestran porqué ser nativo digital tiene sus ventajas al dominar el dispositivo sin mayores complicaciones.

En otra de las áreas de la nave hay un simulador virtual del cuerpo humano que escanea vía cámara la persona en frente y figura su cuerpo en la pantalla. Es uno de los favoritos de los infantes porque la personificación imita todo lo que el visitante realiza y le agrega una descripción detallada a cada una de las partes del cuerpo que el jugador se toca.

En otro de los extremos siempre hay una fila de personas esperando para usar las gafas de realidad virtual que te llevan por un viaje entre rocas, laberintos y cuevas. Quienes la usan dicen sentirse muy emocionados porque “es como la vida real, crees que estás dentro de la pantalla. Es muy divertido todo lo que hay aquí”, dijo uno de los visitantes.

Los restantes ocho módulos ofrecen informaciones generales de los procesos y servicios que se pueden hacer desde y con la República Digital. Aparecen los sistemas de seguridad electrónica, la inclusión a las personas con discapacidad, los procesos legales como certificado de bachiller o registro de no antecedentes delictivos.

Este año la feria pone “El libro arriba” y eso es justamente lo que hace República Digital, acercar a sus visitantes al mágico e interesante mundo de la literatura desde la tecnología, una estrategia muy bien pensada en este país donde nueve de cada 10 jóvenes posee un teléfono celular (EnHogar/2015) con el 70 % conectado a la web. El libro arriba, en la nube.