Se trata de un ingenioso método que ha implementado el gimnasio para continuar sus servicios a pesar de la propagación del coronavirus y al mismo tiempo cuidar de sus clientes.

El propietario, David Rojas, cambió el nombre del gimnasio, que originalmente se llamaba Challenge Fitness, por Covid Fitness. Rojas explicó que la idea de los cubículos surgió después de que su esposa lo enviara a dormir a otra habitación de su casa, en medio de los temores de contagio.

Cada uno de los 20 cubículos instalados está hecho de plástico. Los usuarios deben reservar su espacio con anticipación y por internet. Cuando los clientes llegan al gimnasio, se les exige que sigan una serie de medidas de protección como la desinfección de sus zapatillas deportivas, desinfección de manos, medición de temperatura y el uso de tapabocas hasta que lleguen a su cubículo, único lugar donde se pueden quitar la mascarilla.

Una vez finalizada la rutina de ejercicios, los cubículos se desinfectan inmediatamente con una solución de agua, jabón y cloro. Luego se preparan para la siguiente clase. Hasta la fecha, en México se han confirmado más de 159.000 casos de coronavirus incluidos 19.080 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.