En la conferencia “Desafíos: crecimiento económico, reducción de pobreza y regionalización”, Santana expresó que ese consenso incluye una transformación de la gestión pública, que apunte a la rendición de cuentas y a mejorar la calidad del uso de los recursos fiscales.

El funcionario precisó que está claro que la negociación de un pacto fiscal será un proceso de dar y pedir, en el que se debe transmitir la idea de un compromiso de eficiencia y racionalidad en la administración de los recursos.
“En nuestro caso, existe una creciente convicción de que la gobernabilidad y la estabilidad macroeconómica de los próximos años estarán supeditadas, a que la sociedad pueda acordar un pacto fiscal”, apuntó.

Entre las tareas pendientes citó desmontar un grupo de instituciones, que ya perdieron su razón de ser o generan dispersión en la gestión pública; poner orden en el sistema de remuneraciones en los poderes estatales y bajar el nivel de la deuda pública.

Santana firmó un convenio interinstitucional de apoyo a los planes estratégico de Santiago y de desarrollo de la provincia Espaillat 2030.

El funcionario rubricó el acuerdo con los presidentes del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago, Juan Carlos Ortiz Abreu, y del Plan de Desarrollo de la provincia Espaillat, Andrés Diloné Ovalles, entre otros.