Así lo consideró el tecnólogo en alimentos Will Lajara, quien razonó asimismo, sobre la viabilidad de que los productores generen, a partir de una variedad de arroz rico en almidón, harina pre tratada para destinarla a la manufactura de una proteína de arroz infantil.

En ese tenor, explicó que la proteína de arroz infantil es un alimento complementario fortificado, del cual una ración reconstituida solo con agua aporta entre un 25 y un 33% de las necesidades de ingesta diaria, sustituyendo así un desayuno o una cena completa en infantes y adolescentes.

“Existe un consenso en cuanto a que el futuro de nuestra producción agropecuaria radica en transformar nuestros rubros…ya sea en ingredientes de uso en la industria alimentaria o como alimentos innovadores, como esta proteína de arroz”, resaltó el especialista en alimentos, durante una reunión que sostuviera con directivos de la Asociación de Productores de Arroz del Bajo Yuna, en San Francisco de Macorís, para constatar la calidad de la nueva producción a pequeña escala.

“La clave radica en que el nuevo producto final se beneficie de mayores niveles de valor agregado, cuando se le compare con el precio de mercado del alimento en bruto…” expreso Lajara tras llevar a cabo una evaluación y degustación de la proteína de arroz infantil con los productores y técnicos arroceros presentes.

Reveló que en la actualidad, el alimento se ha introducido con éxito en programas de asistencia alimentaria humanitaria de entidades gubernamentales, recibiendo opiniones favorables por parte de los beneficiarios que la han recibido.

“De hecho, el nuevo alimento supera nutricionalmente alimentos similares a la vez que, por su alto contenido de ingredientes locales, se ajusta con mucha holgura a los parámetros vigentes del Decreto 163-14 que definen cuando un bien se considera de producción nacional o no”, apuntó.

Sostuvo que programas de asistencia nutricional y alimentaria de otros países de la región, cuentan con estos tipos de alimentos para complementar dietas de poblaciones nutricionalmente vulnerables o como suplementos de las dietas básicas que suelen ser deficientes en proteínas y micronutrientes.

“Cabe resaltar que de acuerdo a estudios realizados, Republica Dominicana es un país productor que cubre con oferta interna la totalidad de sus necesidades arroceras, y en la medida que se eficientiza la micro y pequeña producción agropecuaria, y para que los niveles de precios internos mantengan estabilidad, esa oferta incrementada debe venir aparejada de usos innovadores de nuestros rubros tradicionales”, precisó Wil Lajara.