IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Reforma fiscal inteligente e integral que impulse el desarrollo equitativo de RD: ANJE

Para citar un caso, los debates electorales son la muestra más fehaciente del interés que tienen los jóvenes empresarios de que el país marche por un camino próspero. El hecho de impulsar que haya una presentación pública, oral y contradictoria de las ideas y planes que tienen los hombres y mujeres que buscan dirigir el país, es digno de reconocimiento. En la pasada campaña electoral, por ejemplo, logró que siete, de los ocho candidatos a la Presidencia, se presentaran ante el país.

En el contexto actual, caracterizado por la apertura comercial y el establecimiento de relaciones diplomáticas con China, los miembros de la ANJE tienen una preocupación que, aunque no es reciente, se profundiza ahora de cara a los retos que habrá de enfrentar el país en materia de competitividad. El aparato productivo dominicano, por supuesto, es fuerte, pero China es un competidor que con las puertas del mercado local abiertas, ahora más que antes, representa un reto importante para la industria nacional.

La informalidad con que opera la economía dominicana, estimada en un 55%, representa una de las preocupaciones más importantes para los jóvenes empresarios. Hacerle caso a ANJE es un imperativo cuando considera que las nuevas relaciones diplomáticas entre República Dominicana y China, así como otros acontecimientos nacionales e internacionales, hacen que el escenario sea propicio para que el país adopte una reforma fiscal integral. Y no hay tiempo que perder.

Posiblemente es en este alto nivel de informalidad que está uno de los principales escollos de la economía dominicana, cuya presión tributaria, cargada fundamentalmente en el 45% que sí es formal, no logra rebasar el 14%. Las trabas burocráticas impiden la formalización de miles de pequeñas y medianas empresas que prefieren operar en la sombra por temor al complicado sistema tributario dominicano.

Y como dice ANJE, lo mandatario es hacer que el sistema tributario sea más ágil, simple y amigable con y para el contribuyente. En su composición actual, en la práctica, resulta tedioso y complicado hasta para la autoridad que lo administra. Tributar no debería ser un dolor de cabeza. El Estado está en el deber de facilitarles las cosas a los ciudadanos que pagan y a aquellos que, por ser informal, no han entrado a ser contribuyentes formales por temor a lo complicado del entramado fiscal.

Para citar dos casos, el pago del Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) y del anticipo del Impuesto Sobre la Renta (ISR) resulta incómodo no por sí mismos, sino por lo tedioso que resulta el proceso de cumplimiento. Es más, constituye una acción injusta del Estado cobrar por adelantado un impuesto sobre la base de un supuesto, lo cual desincentiva a las Mipymes e impide que otros se formalicen.

Un Estado insaciable y un sistema tributario casi imposible de administrar eficientemente, por más vueltas que se le dé, no es un negocio rentable para nadie. Es necesario llegar a un equilibrio entre lo que necesita la empresa y lo que el Estado amerita para funcionar.

Una reforma fiscal profunda e inteligente es lo que necesita República Dominicana para ser competitiva, crear empleos y ser un destino atractivo para las inversiones locales y extranjera. A ver qué dice el Gobierno.

Fuente

El Dinero.com.do