IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Las mujeres debemos tener la disposición de hacer equipo con los colegas hombres

El equilibrio en todos los aspectos de la vida es de vital importancia para poder liderar equipos importantes en diferentes organizaciones, Santoro aseguro que además las mujeres tiene un plus, ya que desarrollan un mayor foco al detalle por lo que el camino al éxito es más seguro cuando se preparan y dan lo mejor de sí en cada espacio. 

 

Flavia Santoro, quien se desempeña como Spouse-Parter Officer, miembro de las juntas directivas de YPO y WPO (Young Presidents Organization / World Presidents Organization) ha realizado contribuciones significativas al sector privado a través de su experiencia en relaciones institucionales y alianzas estratégicas. Con experiencia en derecho de seguros, se ha destacado en varios sectores, que incluyen consultoría de servicios de información, ventas de seguros y organizaciones sin fines de lucro. Santoro también ha estado involucrada en dos campañas presidenciales, logrando resultados notables en cada una.

 

A lo largo de su carrera, esta consumada abogada de Barranquilla, Colombia, ha demostrado un compromiso con el liderazgo y ha ocupado puestos de alta responsabilidad. Sin embargo, reconoce la importancia de mantener un equilibrio entre la vida personal y familiar, incluso en roles exigentes.

 

Como líder y abogada, también cree en el poder de la colaboración entre hombres y mujeres en la industria empresarial, durante su mandato en PROCOLOMBIA, una organización responsable de promover el turismo, la inversión extranjera y las exportaciones en Colombia, fue testigo del importante papel que juegan estas actividades en el empoderamiento económico de las mujeres.

 

Mirando el panorama más amplio, Santoro ve el impacto potencial del liderazgo femenino en la economía colombiana y destaca que las mujeres han logrado avances significativos en las esferas económica y política. En esta edición acerca del efecto transformador del liderazgo femenino, ampliamos nuestra conversación con Santoro para conocer un poco más sobre los resultados alcanzados y favorables para las mujeres durante sus diferentes roles profesionales.

 

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Sabemos que el liderazgo requiere dedicación y esfuerzo. ¿Es posible encontrar una balanza entre la vida personal y familiar, ante posiciones de alta responsabilidad como las que ha desempeñado en los últimos años? ¿Qué consejos puede darles a otras mujeres que buscan lograr ese equilibrio?

Esa es precisamente la palabra clave: equilibrio. Para encontrar un sano equilibrio es necesario enfocarse muy bien en cada una de las actividades que realizamos día a día, bien sea en el trabajo o pasando tiempo con la familia.

 

Cuando asumimos posiciones de liderazgo, por ejemplo, en el Gobierno, es clave ser conscientes de que es natural que el tiempo con la familia y con los amigos se reduzca. Por lo tanto, es fundamental que cuando estemos disfrutando con ellos, les demos tiempo de calidad, es decir, que estemos concentrados en compartir con ellos.

 

En ese sentido, también es muy importante el apoyo que nos da la familia. En mi caso particular siempre fueron comprensivos y tuvieron claro que, si bien estábamos pasando menos tiempo juntos, había que aprovechar al máximo esos espacios. Y así fue.  

 

En su experiencia como líder y abogada, ¿cuál es el valor único que aportan las mujeres en la industria empresarial y cómo cree que se puede aprovechar para promover un cambio transformador en el país?

Yo considero que las mujeres siempre debemos tener la disposición de hacer equipo con nuestros colegas hombres. Yo creo firmemente en lo que yo llamo ‘el poder de la unión’. Es decir, asegurarnos de que cada persona haga su trabajo con compromiso y excelencia para sacar adelante proyectos ambiciosos y obtener resultados notables. Esto es válido independientemente de que cada eslabón de la cadena sea hombre o mujer.

 

No obstante, sí creo que las mujeres tenemos un mayor foco en el detalle y tenemos una mejor capacidad para hacer varias tareas simultáneamente. Estas ventajas se complementan a la perfección con las cualidades propias de los hombres. Por tanto, si sumamos esfuerzos y nos conectamos, trabajando en equipo podemos alcanzar logros muy importantes en el ámbito en el que nos desempeñemos. 

 

Durante su gestión en PROCOLOMBIA, una entidad encargada de promover el turismo, la inversión extranjera y las exportaciones en Colombia, ¿cómo visualizó el papel de estas actividades en el empoderamiento económico de las mujeres en el país?

Lo veo como una gran oportunidad para todos. Las cifras dan cuenta del aporte de las mujeres en ese sentido. Por ejemplo, en septiembre de 2022 yo dejé la Presidencia de ProColombia con resultados notables: si sumamos las divisas que entraron al país por cuenta del turismo internacional, el monto de las exportaciones no mineras impulsadas por ProColombia y las inversiones facilitadas por la entidad entre agosto de 2018 y agosto de 2022, esa organización le generó ingresos al país por más de US$ 70.000 millones.

 

Toda esta gestión fue adelantada por un equipo integrado en más de 60 por ciento por mujeres y en el que la inmensa mayoría de cargos directivos estuvieron ocupados por mujeres.    

 

Es importante mencionar que para el año 2019 la prestigiosa firma Great Place To Work ubicó a ProColombia como el segundo mejor lugar para trabajar para las mujeres en Colombia. En su momento, este fue un logro muy importante para nosotros como organización.

 

La institución que presidió ofrece apoyo y asesoría integral a los clientes para facilitar su estrategia de internacionalización y generar oportunidades de negocios. ¿Existen programas o instrumentos en PROCOLOMBIA para respaldar a las empresas dirigidas por mujeres y promover su expansión a nivel internacional?

Sí, por supuesto. Durante nuestra gestión desarrollamos un programa que se llama Fábricas de Internacionalización, con el propósito de aumentar las exportaciones no mineras del país. Gracias a esta iniciativa acompañamos a más de 100 empresas lideradas por mujeres a hacer exportaciones por alrededor de US$ 3.8 millones.

 

En turismo hicimos lo propio. Brindamos un acompañamiento oportuno y efectivo a empresas lideradas por mujeres y correspondientes a esa industria a diseñar y ejecutar experiencias pensadas precisamente para las mujeres.   

 

En su opinión, ¿cuál es el impacto potencial del liderazgo femenino en la economía colombiana y en el mundo?

La presencia y el liderazgo femenino en el ámbito económico, gremial y político es cada vez mayor. Por ejemplo, de los últimos seis ministros de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, cuatro han sido mujeres. Y de los últimos cuatro presidentes de ProColombia, tres hemos sido mujeres.

 

De modo que los hechos demuestran que hemos venido ganando terreno en el ámbito económico y político. No obstante, insisto: la clave está en hacer equipo con los hombres y aprovechar las fortalezas de cada uno para alcanzar propósitos comunes.

 

En Colombia y el mundo, todavía existen barreras para las mujeres en el ámbito laboral y empresarial. ¿Usted ha enfrentado desafíos específicos debido a su género durante su carrera profesional?

Siempre se me han abierto las puertas y he encontrado grandes oportunidades en mi carrera. Me he sentido muy bien acogida tanto por hombres como por mujeres en los distintos cargos que he desempeñado en mi trayectoria profesional.

 

Así que ha sido muy gratificante trabajar en equipo y hacer conexiones efectivas en todos estos años.