Si hablamos de nube, estas son las tendencias

La crisis del Covid-19 aceleró la transformación digital de todas las organizaciones y aumentó la demanda de cómputo en la nube en todos los escenarios de la vida. Mientras el año avanza, podemos identificar y señalar unas claras tendencias entre las organizaciones de cómo ha sido ese ascenso a la nube, su adopción y consumo. 

“Los entornos híbridos multi-nube están creciendo de forma sin precedentes. Las organizaciones están adaptando su arquitectura de TI a las necesidades únicas del negocio, pues no quieren quedarse con un modelo que dificulte los cambios a futuro”, asegura Luis Marrero, gerente de Oracle para Caribe. 

De acuerdo con International Data Corporation (IDC), para el próximo año, más del 90% de las empresas de todo el mundo dependerá de una combinación de nubes privadas on-premises dedicadas, múltiples nubes públicas y plataformas clásicas para satisfacer necesidades de infraestructura. 

Si de tendencias se trata, es clara la necesidad de aumentar el valor del mercado de nubes híbridas que, según un estudio de mercado de Mordor Intelligence, se valoró en US$52.000 millones en el 2020 y se espera que alcance los US$145.000 millones para el 2026. 

“No solo eso, las empresas están necesitando desarrollar una estrategia de nube. El desarrollo de una arquitectura y estrategia de nube es el siguiente paso crítico para las organizaciones que están experimentando una transformación digital”, agrega Marrero, quien, además, se refiere a la necesidad de mover todas las aplicaciones empresariales principales existentes a la nube, “esto es indispensable para experimentar más agilidad, flexibilidad y escalabilidad, además de que permite simplificar la administración de aplicaciones e integrar los datos de tus aplicaciones por toda la empresa”. Sin embargo, sólo el 20% de las cargas ha sido traslada. Las empresas que sí lo han hecho han logrado ahorros de un 80% en costos operativos, como ha sucedido con la panameña Infosgroup, que ha movido sus operaciones de planificación de recursos empresariales (ERP), gestión de recursos humanos (HCM), aplicaciones de planificación e informes más ágiles a la nube.

Otro punto es la flexibilidad, mucho más si se tiene en cuenta que las empresas quieren la posibilidad de poner sus cargas de trabajo donde tenga más sentido y de acuerdo a sus requisitos comerciales, ya sea en una nube pública, un centro on-premise de datos o en el borde. Las organizaciones requieren ser asesoradas para determinar cuál modelo es mejor, de acuerdo con su carga de trabajo y sus procesos. Por ejemplo, si su organización ejecuta aplicaciones de Oracle, hay beneficios en el uso de Oracle Cloud Infrastructure. 

Además, es evidente que las organizaciones necesitan plataformas compatibles con Inteligencia Artificial (IA) y la automatización. Las empresas tienen opciones sobre cómo consumir IA, ya sea incrustada en su plataforma o en sistemas autónomos. La IA y el Internet de las Cosas se han convertido en habilitadoras clave para el crecimiento y la innovación, facilitando nuevas formas de lograr un rendimiento consistentemente superior. Así, las soluciones tecnológicas han logrado un avance sin precedentes, acercando cada vez más las marcas con sus clientes. La economía de las experiencias es fundamental, por lo cual se hace necesario elaborar una estrategia que, en tiempos complejos, permita a los individuos sentir que las empresas realmente responden a sus necesidades, ansias y temores. 

Un tema muy importante es el de proteger los datos y procesos en las organizaciones. Por tanto, proveer plataformas que mitiguen el margen de equivocaciones y automaticen procesos para ahorrar costos en infraestructura, es fundamental. Uno de los mayores desafíos que enfrenta la industria TI es mantener los sistemas parcheados y seguros. Estas tareas son tediosas, propensas a errores y extremadamente difíciles de administrar en entornos de nube a gran escala. Oracle han creado la nube de segunda generación, que tiene como finalidad apoyar a los negocios en la protección, gestión y administración segura y eficiente de los datos, simbolizando así menos trabajo manual, limitando el error humano y asegurando mayor tranquilidad para las empresas y sus clientes.

Por último, se debe tener en cuenta que las organizaciones que dan prioridad a la sostenibilidad en sus estrategias empresariales deben apuntar a la nube, pues ésta es más eficiente energéticamente que los centros de datos on-premises.

No cabe duda, que las empresas deben estar en la nube. Y aquellas que no se muevan en esta dirección quedarán rezagadas. Este es el mejor momento.