Reserva marina

Panamá ha dado un paso de gigante para proteger sus mares. El país centroamericano, rico en biodiversidad, pero uno de los más amenazados por el cambio climático, ha creado una reserva marina en sus aguas del Pacífico de 67.742 km², es decir, un área casi tan grande como su superficie terrestre (75.517 km²). Está localizada en la llamada Cordillera de Coiba, un amplio espacio rico en recursos pesqueros, pero también importante punto de encuentro de especies marinas que hallan en la región abundantes alimentos.
 
De esta manera, Panamá cumple con las metas de protección establecidas en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado por 196 países para la conservación y la utilización sostenible de los recursos marinos. Junto con las reservas vecinas de Colombia, el área protegida se amplía a 121.341 km², lo que la convierte en la tercera reserva marina más grande del Pacífico tropical. “Estamos muy contentos”, dice Milciades Concepción, ministro del Ambiente de Panamá. “Toda la región está muy entusiasmada porque Panamá va a lograr esto”, agrega.

Los conservacionistas están entusiasmados con la nueva reserva, creada por decreto por el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo. Entre esos conservacionistas está el chileno Maximiliano Bello, de la organización Mission Blue, cuyo trabajo es influir en los Estados para crear áreas marinas protegidas en todo el mundo. “Si cada país hiciera su parte, como lo hace Panamá, se podría proveer de un mejor futuro a estos ecosistemas marinos”, argumenta Bello. 
 “Tenemos que poner más recursos e invertir en el cuidado de la naturaleza, porque es un capital importante. Hay que ampliar incentivos a su conservación, porque es la fuente de toda actividad económica”, afirma.