La Semana Dominicana es un ejemplo de sinergias que impulsan naciones

Gracias a la plataforma que ha brindado este evento en los Estados Unidos se han logrado fortalecer las relaciones académicas, comerciales, culturales, deportivas y políticas.

La Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR por sus siglas en inglés) es una asociación sin fines de lucro, incorporada legalmente el 8 de noviembre de 1923, que fomenta un clima de inversión saludable basado en el acceso de conocimiento, oportunidades y una cultura de mejores prácticas para el desarrollo socioeconómico y profesional de sus socios. AMCHAMDR está afiliada a la U.S. Chamber of Commerce y es miembro fundador de la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio en América Latina (AACCLA por sus siglas en inglés).

Tras casi 100 años, AMCHAMDR trabaja una agenda diseñada para conectar y representar a sus socios ante nuevas tendencias en el mundo de los negocios, mercados e indicadores tanto a nivel nacional como internacional. Su catálogo de servicios está diseñado para agregar valor a sus miembros, ofreciendo soluciones concretas e identificando oportunidades de crecimiento empresarial y profesional.

Cada año, AMCHAMDR promueve la Semana Dominicana, espacio que juega un papel muy relevante en la promoción del mercado dominicano como destino de inversión, comercio y turismo. También ofrece una excelente oportunidad para que los líderes empresariales establezcan contactos y apoyen los esfuerzos de la cámara para promover el crecimiento económico sostenible en la República Dominicana, fortaleciendo así los lazos entre ambos países.

En esta ocasión, cuando el evento cumplió tres décadas, y como de costumbre, contó también con la colaboración de la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana y el apoyo invaluable de la Embajada de la República Dominicana en los Estados Unidos.

Con la finalidad de reconocer la labor de AMCHAMDR, Factor de éxito entrevistó a Roberto Herrera, presidente del Consejo Directivo, quien además es director del consejo y gerente país de Interenergy Group para la República Dominicana y fue el presidente del Comité Organizador de la Semana Dominicana.

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“La República Dominicana ha vivido grandes cambios desde el 1992”, afirmó Herrera, en sus palabras de inauguración. “Nuestro PIB ha pasado de 11,471 millones de dólares a más de 100 mil millones de dólares que se espera alcance este año. De poco más de 1 millón 400 mil turistas en el 1992 a más de 7 millones de turistas, que esperamos nos visiten al cierre de este año. La apertura comercial que tenemos es sin igual. Hoy en día tenemos acuerdos comerciales con más de 48 países. La lista de cambios es larga, pero otras se mantienen constantes. Estados Unidos no solo ha contribuido con el desarrollo económico y social de nuestro país, si no que se ha consolidado como el principal socio comercial de la República Dominicana”.

 

En el marco de la Semana Dominicana en Estados Unidos usted señaló que “es inminente establecer sinergias con socios claves para poder alcanzar el desarrollo y ser más competitivos como país. En este sentido, ¿qué iniciativas está llevando adelante AMCHAMDR?

La Semana Dominicana, que este año cumplió su trigésimo aniversario, es sin duda el mejor ejemplo de lo que traen esas sinergias entre los actores claves que permiten impulsar a las naciones. Gracias a la plataforma que ha brindado Semana Dominicana en los Estados Unidos se han logrado fortalecer las relaciones académicas, comerciales, culturales, deportivas y políticas.

Además, la anteriormente mencionada Alianza para el Desarrollo en Democracia es otro ejemplo con un potencial enorme para la República Dominicana, especialmente en lo relativo a la mejora de nuestras cadenas de suministro para un mejor flujo comercial.

Otra plataforma creada por ley es el Comité Nacional de Facilitación de Comercio (CNFC), conformado por los ministerios de Agricultura; Industria y Comercio; Relaciones Exteriores; Defensa; y Salud Pública; por el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD); el Consejo Nacional de Competitividad (CNC); el Consejo Nacional de Zonas Francas (CNZF); y por las principales agrupaciones del sector empresarial, entre las que se encuentran AIRD, CONEP y AMCHAMDR. En específico, AMCHAMDR es la entidad secretaria del CNFC.

Dicho comité representa el poder que tienen las alianzas público-privada para elevar la competitividad de nuestro país.

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Durante décadas AMCHAMDR ha llevado un rol protagónico, adaptándose a diferentes tiempos y circunstancias. Hoy, cuando el ritmo de los cambios es vertiginoso, ¿cuáles son las claves para que una asociación que reúne a mas de 1700 empresas continúe a la vanguardia?

Para seguir a la vanguardia tenemos que continuar como lo hemos hecho por casi 100 años nutriendo la esencia de nuestra institución, la cual es ser el impulsor de las relaciones entre la República Dominicana y los Estados Unidos.

Eso implica que en los últimos años nos hayamos enfocado en el posicionamiento de nuestro país como plataforma ideal de nearshoring, logística y fortalecimiento de cadenas de suministro, estrategias que hoy en día definen gran parte de la labor de esta Cámara.

Todo eso, así como otras iniciativas que estamos realizando, nos permiten cumplir más eficientemente con la propuesta de valor que llevamos hacia nuestros miembros, quienes día a día se enfrentan a las nuevas oportunidades y los nuevos desafíos que el mercado va trayendo.

Solo así podremos conseguir un sector privado ajustado a los tiempos y mejor posicionado ante los cambios fluctuantes que nuestra sociedad vive.

 

¿Qué ha sido necesario redefinir y replantear dentro de la Cámara para mantener la propuesta de valor?

Gracias a lo diferentes comités de trabajo y al equipo humano de AMCHAMDR siempre nos mantenemos a la vanguardia de los mejores intereses para nuestros miembros adoptando y adaptándonos a las nuevas tendencias de hacer negocios.

Es así que expandimos nuestros comités de trabajo para que abordaran temáticas que, aunque anteriormente presentes en los distintos eventos y ejes de enfoque, permanecían aún tangenciales a nuestra propuesta de valor. Nos referimos a la creación del comité de Salud, encargado de contribuir a la transformación del sistema de salud dominicano mediante proyectos de innovación que fomenten la accesibilidad, cobertura y sostenibilidad del sector, y del comité de Relaciones Bilaterales, enfocado en identificar temas prioritarios en la relación con Estados Unidos que puedan afectar el comercio y la inversión.

Renovamos por otro lado el concepto de nuestros almuerzos mensuales y desayunos ejecutivos de nuestros comités, pasando ahora a llamarse Encounters y Talks, respectivamente. A estos agregamos las nuevas Tertulias AMCHAMDR, con personalidades del sector público o privado.

Además, lideramos en representación del sector privado dominicano el Consejo Empresarial de la recién incorporada Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), formada por la unión de los gobiernos de Panamá, Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, y, representando al sector privado de esos países. Con ella se pretende crear un espacio común para juntos lidiar con los retos que enfrenta la región, aprovechar las oportunidades y así recuperar el sendero de desarrollo pospandemia.

 

Innovación, transformación digital y sostenibilidad son términos que definen la nueva era, ¿cómo AMCHAMDR los ha incluido en su estrategia y acción?

En AMCHAMDR siempre hemos sido abanderados de esos tres pilares, y tenemos el privilegio de estar abordándolos desde nuestros comités de Sostenibilidad y de Tecnología e Innovación desde hace más de 10 años.

Nuestra institución siempre está a la vanguardia de mejores prácticas en el tema de sostenibilidad comercial, y como asociación gremial nos enfocamos en traer ese tema a la esfera pública mediante una agenda de trabajo con líderes de opinión e instituciones del gobierno, especialmente en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. De hecho, estamos viendo muy de cerca el acuerdo que podría tener lugar en diciembre entre el gobierno de Estados Unidos y la Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas (APEP), una iniciativa que, entre otras cosas, incluye planes de trabajo para fomentar la inversión, descarbonización y comercio sostenible e inclusivo.

Además, creemos que la transformación digital es la fuerza locomotora más importante para las empresas. Debido a la anterior, la importancia de haber firmado el acuerdo de colaboración junto a la Cámara Dominicana de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para impulsar el intercambio de experiencias y personal en los campos de la tecnología, además del de productos y servicios, así como la promoción de la economía digital.

Del mismo modo, hemos lanzado recientemente el “Mapa del ecosistema emprendedor de la República Dominicana”, elaborado por la Comisión de Emprendimiento de nuestro Comité de Tecnología e Innovación. Con él, buscamos apoyar, promover y conectar a los emprendedores de la República Dominicana con los programas, mentores, comunidades y eventos que le ayudarán a crear y crecer su emprendimiento.

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Un líder ve oportunidades donde otros ven crisis. ¿Qué oportunidades ve usted para continuar impulsando la labor de AMCHAMDR en pro del comercio bilateral?

La continua reinvención y el diálogo entre los diferentes actores. Es increíble los milagros que logra la comunicación; así es como se forman las alianzas y los nuevos negocios. Hoy es más oportuno que nunca continuar con las conversaciones y los proyectos que han iniciado tanto el CNFC como la ADD, los propios miembros de nuestros comités de trabajo; las iniciativas de colaboración entre AMCHAMDR y demás asociaciones.

Y no solo continuar esas conversaciones, sino que también iniciar nuevos diálogos con potenciales agentes que podamos identificar con alto impacto para fomentar el desarrollo de nuestra economía y nuestra competitividad.

 

Ante la incertidumbre del panorama mundial que plantea el próximo 2023, ¿cómo se prepara AMCHAMDR para enfrentarlo? ¿Cuáles son las estrategias que, como líder y presidente de la cámara, está contemplando?

La primera es que queremos continuar fortaleciendo una mayor conciencia hacia el interés por que las políticas públicas sean diseñadas para reflejar lo que requiere un sector privado dinámico, que desea un país más sostenible y ser más competitivos. Es esa conciencia que vemos en el empresariado, un interés por la institucionalidad y la gobernanza. Vemos un sector privado que vía AMCHAMDR, está interesado en que las cosas funcionen para bien, que seamos un referente de que en República Dominicana existe un clima de inversión favorable para inversionistas extranjeros y locales.

Además, continuaremos fomentando alianzas público-privadas mediante las mesas de trabajo que ya tenemos con el Ministerio de la Presidencia que lo lidera y otros Ministerios y direcciones, como Transformación Digital, Burocracia Cero, Hub Logístico y Nearshore (este último muy de la mano con nuestro aliado el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes), de manera que podamos seguir aprovechando el posicionamiento de República Dominicana como un hub logístico no solo de Estados Unidos, sino también a nivel regional.

El próximo año celebramos el centenario de AMCHAMDR, una fecha muy importante donde su objetivo entonces era el mismo que el de hoy: ayudar a crear un clima de inversión saludable para que sus socios crezcan a nivel económico y profesional, basado en el conocimiento, oportunidades y una cultura de mejores prácticas.

 

Para finalizar, en su opinión, ¿cuáles son las características que debe tener el nuevo liderazgo de negocios y empresarial de cara a los nuevos tiempos?

Me atrevería a decir que el nuevo liderazgo debe desarrollarse bajo un enfoque de innovación, flexibilidad y gran capacidad de adaptación al cambio, ante el entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés), que caracteriza el actual mercado de los negocios a nivel global.

El nuevo liderazgo es visionario y transformador, preparado para dirigir estrategias de desarrollo con firmeza.

Además, el nuevo liderazgo debe tener una capacidad comunicativa formidable, si espera cosechar frutos de los equipos de trabajo en beneficio tanto del desarrollo individual de cada miembro como del desarrollo de la organización donde se desenvuelva. La comunicación correcta, transparente y precisa será clave en ese aspecto, también para forjar confianza y alianzas de futuro.

Finalmente, el líder de hoy debe ser capaz de inspirar, levantar y motivar a su equipo ante cualquier reto se presente.