IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Envejecimiento impactará el mercado laboral de América Latina

El mercado laboral en América Latina, al igual que en el mundo, será impactado por los cambios tecnológicos y el envejecimiento poblacional, afirman expertos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Ambas tendencias se suman a los efectos de la globalización de bienes y servicios y a los potenciales efectos del cambio climático sobre el mercado laboral, todavía indeterminados.

La tecnología tiene un gran impacto mediático y, aunque sucede en tiempo real, sus efectos son todavía muy inciertos, dice el análisis “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”, elaborado por Mariano Bosch, Carmen Pagés y Laura Ripani.

“A menudo, los avances tecnológicos pueden estar impregnados de un cierto grado de asombro y optimismo sobre la capacidad humana de progresar, aunque también pueden observarse como una amenaza para la propia humanidad”, señala el documento que además analiza las ocupaciones de mayor crecimiento.

En cuanto al envejecimiento de la población, advierte que en el caso de América Latina “está avanzando más rápido de lo normal”. “Sigilosa e inexorable, la evolución demográfica va transformando a su paso el tejido social y económico de los países de la región, aun cuando no sea noticia”.

 


El análisis deja entrever los desafíos, en materia del mercado laboral y la previsión social, que tienen los países de la región ante una población que envejece.

“Duplicar el porcentaje de adultos mayores (del 10% al 20%) tardó entre 50 y 75 años en países europeos”, dice. En algunos países de América Latina y el Caribe, este mismo incremento en el porcentaje de adultos mayores se producirá en muchos menos años, como en Nicaragua (20 años) o en México (22), añade.

“Sigilosamente, sin estridencias y sin primeras páginas en los diarios, el mundo envejece y en América Latina y el Caribe sucede más rápido que en otras regiones. Aunque parece que lo hace muy poco a poco, en realidad está ocurriendo a gran velocidad en términos demográficos”, dice el estudio.

Resalta la explosión demográfica impulsada, en gran parte, por los avances médicos y de salubridad de las ciudades. “Este incremento poblacional ha sido una fuente de crecimiento al brindar a las economías de la región un mayor porcentaje de personas en edad de trabajar con respecto a aquellas dependientes (niños y ancianos)”.

Sin embargo, los expertos del BID añaden: “esta baja tasa de dependencia (hay pocos dependientes por cada persona en edad de trabajar) hoy se encuentra en el punto más bajo de los últimos 100 años: es lo que se conoce como el fin del bono demográfico, y se traduce en que, a partir de ahora, la región envejecerá muy rápidamente”.

 

ocupaciones de crecimiento rapido
En el caso de República Dominicana, sitúan en 33 el número de años necesarios para que las personas de 65 años y más pasen del 10% al 20% de la población. Mientras, países como Argentina lo harán en 53 años, Nicaragua en 20 y México, Costa Rica y Chile en 22.

Marcos Robles, especialista senior del Sector Social del BID, recuerda que el envejecimiento de la población define la pérdida del denominado “bono demográfico”, como se denomina al período más favorable de los países cuando tienen un mayor porcentaje de personas en edad de trabajar con respecto a las dependientes (niños y ancianos).

Dice que según Naciones Unidas, el bono demográfico empieza cuando el porcentaje de menores a 15 años cae debajo del 30% y termina cuando el de mayores a 64 años no supera el 15%.

El bono impacta en el bienestar económico, debido a que los países que lo tienen a su favor cuentan con una población mayor en edad de trabajar y con menos personas dependientes, por lo cual disponen de más ingresos per cápita y más ahorros.

“Lo que vemos en nuestra región es que el porcentaje de niños menores a 15 años superó el 30% de la población total en 2005. Hoy los adultos mayores representan actualmente al 8% pero hacia 2040 va a crecer hasta 15%. Esto significa que el bono tendrá una duración promedio de 35 años desde el punto de vista regional”, dice Robles.

Señala que en América Latina y el Caribe el porcentaje de personas en edad de trabajar, incluyendo las que cotizan a la seguridad social, empezará a reducirse en 2025, mientras los adultos mayores, entre los que figuran los que se jubilan, seguirán aumentando.