IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El aumento de las temperaturas y su amenaza al crecimiento económico del Caribe

Cuando se consideran los efectos del cambio climático en el Caribe, se tiende a pensar en la elevación del nivel del mar y en condiciones climáticas extremas, como los huracanes Irma y María de categoría 5 que azotaron la región en septiembre de 2017, y provocaron la muerte de centenares de personas y daños por miles de millones de dólares. Esos desastres son una de las causas principales por las que el Caribe, a pesar de ser un pequeño emisor de gases de efecto invernadero, se ha pronunciado en las cumbres internacionales sobre la necesidad de hacer frente al calentamiento global.

Pero, aparte de sus efectos colaterales sobre los océanos y las condiciones meteorológicas, el aumento de las temperaturas en el Caribe es, ya de por sí, motivo de preocupación. Y eso se debe a que los días más calurosos siempre afectan la productividad laboral y, a través de ello y de otros canales, una amplia gama de actividades económicas. Algunos sectores están directamente expuestos a las condiciones climáticas, como la agricultura. Pero incluso otros que no se hallan tan a merced de la intemperie, como la manufactura, la industria y los servicios, podrían verse perjudicados.

En general, el impacto podría ser significativo. Mis cálculos aproximados indican que, tan solo a lo largo de este siglo, el aumento de las temperaturas podría llevar a Jamaica a perder más de 1 punto porcentual de su crecimiento del PIB, y a las Bahamas y a Barbados, cerca de medio punto porcentual cada uno.

Temperaturas y crecimiento económico en Estados Unidos
Mi punto de partida es un reciente estudio que Riccardo Colacito, Toan Phan y yo publicamos sobre la relación entre crecimiento económico y aumento de las temperaturas en Estados Unidos. Al analizar el período 1997-2011, observamos que un simple aumento de 1 grado Fahrenheit en el promedio de las temperaturas de verano disminuyó la tasa de crecimiento del sector de ventas al por menor en 0.24 puntos porcentuales; del sector de servicios de alimentación y expendio de bebidas en 0.39 puntos; y del sector de seguros en 1.3 puntos porcentuales. Otros sectores también se vieron afectados.

También realizamos un análisis a futuro, y descubrimos que el incremento de las temperaturas podría generar reducciones de hasta un tercio en el crecimiento económico de Estados Unidos en el transcurso de este siglo. De hecho, al combinar los resultados del pasado con las proyecciones climáticas proporcionadas por la herramienta en línea Climate Wizard del Banco Mundial, nos encontramos con un impacto potencialmente enorme.

¿Cómo sucedería esto? Un estudio de la producción en plantas de fabricación de automóviles en Estados Unidos nos arroja algunas luces. El estudio demuestra que, si las temperaturas se mantuviesen por encima de los 90 grados Fahrenheit durante seis o siete días consecutivos, la producción semanal promedio se vería reducida en un 8%. Este impacto negativo podría deberse a factores como la falta de aire acondicionado y la escasa productividad laboral en zonas calurosas de carga y descarga a la intemperie.

El calor extremo también puede elevar el riesgo de hospitalizaciones y el pago de las primas de seguro por hospitalización, perjudicando al sector de los seguros. Puede generar disminuciones temporales de las capacidades cognitivas del personal administrativo y dañar al sector de restaurantes debido a la pérdida de cosechas y al alza del precio de los alimentos.

El análisis de Estados Unidos aplicado al Caribe
Sin duda, el desarrollo económico de Estados Unidos es superior al del Caribe, y no podemos estar completamente seguros de que nuestro análisis realizado para un lugar funcione en el otro. Pero la mayor parte de los efectos de la temperatura que vemos en Estados Unidos son impulsados por su impacto sobre los estados del sur, donde las temperaturas de verano son casi idénticas a las del Caribe. Además, puede que para este propósito los niveles de desarrollo no sean tan importantes como pensamos. En Estados Unidos, al menos, los estados más y menos desarrollados soportan casi el mismo efecto por el aumento de las temperaturas. Todo esto nos asegura, al menos en cierta medida, que nuestro análisis de Estados Unidos puede trasladarse, aunque no de manera perfecta, al Caribe.

Las pérdidas serán significativas. He utilizado las proyecciones de temperatura para el Caribe y un desglose del PIB entre sectores para cada país que, junto con los cálculos de impacto de mi análisis de Estados Unidos, revelan la magnitud del efecto sobre la región. En Trinidad y Tobago puede haber un pequeño aumento del crecimiento económico gracias a que una proporción mayor de su economía reside en el sector industrial. Esto incluye a las empresas de servicios públicos, que podrían beneficiarse de la necesidad de enfriamiento. Pero en Jamaica, donde las temperaturas aumentarían hasta 7 grados Fahrenheit alcanzando los 87 grados Fahrenheit, se espera que el sector de los servicios, que constituye la mayor parte de la economía, acuse particularmente un gran impacto. Y lo más probable es que suceda lo mismo en Barbados y las Bahamas, aunque el impacto puede ser menor debido a incrementos menos drásticos de la temperatura.

Otra manera de pensar sobre los impactos del cambio climático
Todo esto sugiere que, ante todos los posibles efectos negativos del cambio climático, como elevación del nivel marino, desastres naturales más frecuentes, desaparición de los arrecifes coralinos, sequía e inundaciones, tenemos que pensar en las pérdidas económicas en un sentido más amplio. Los días cada vez más calurosos pueden afectar incluso aquellas actividades que consideramos aisladas del clima, como las que se llevan a cabo en fábricas, tiendas, restaurantes, oficinas y otras instalaciones interiores. Y debido a ellos, nos veremos obligados a encontrar formas creativas de adaptación para limitar sus repercusiones negativas sobre el crecimiento económico.

Fuente

El Dinero