Los defensores de la vida silvestre están instando a la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, a firmar lo que se conoce como la Ley de Protección de Aves y Abejas .

El proyecto de ley prohíbe los neonicotinoides, un pesticida neurotóxico utilizado para recubrir plantas y semillas, ya que numerosos estudios han relacionado estos químicos con la mortandad masiva de abejas y polinizadores . Se estima que entre 2020 y 2021 los apicultores perdieron más del 45% de sus colonias.

Daniel Raichel, director interino de la iniciativa de polinizadores del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, dijo que es más que una advertencia.

"Las abejas son efectivamente 'canarios en la mina de carbón' para un vaciamiento mucho más amplio de los ecosistemas que vemos en todos los ámbitos; básicamente, vaciándolos de abajo hacia arriba", explicó Raichel. "Vemos pérdidas masivas de insectos, con efectos dominó en aves y peces".

Añadió que los pesticidas pueden afectar la salud humana , incluidos temblores musculares, niveles más bajos de testosterona y defectos de nacimiento. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estiman que más de la mitad de la población estadounidense ha estado expuesta a los neonicotinoides de forma regular, siendo la mayor exposición entre los niños de 3 a 5 años.

Se espera que el proyecto de ley esté pronto sobre el escritorio del gobernador.

La legislación se introdujo originalmente en 2017, y se han realizado cambios en los años posteriores. Raichel señaló que la oposición provino principalmente de las empresas químicas que fabrican productos "neónicos", pero después de que un informe de 2021 de la Universidad de Cornell explorara más a fondo el tema, el proyecto de ley ganó fuerza.

"Nos dijeron: 'Oye, el estado está investigando la ciencia sobre esto. Esperemos la ciencia'", relató Raichel. "La ciencia salió a la luz en 2020. El proyecto de ley se adaptó a la ciencia, y aquí estamos, ¿verdad? La ciencia es más clara que nunca".

Raichel añadió que la firma del proyecto de ley frenaría el uso indebido en Nueva York de sustancias químicas que han demostrado ser altamente tóxicas. Un estudio reciente demostró que los neonicotinoides representan el 92% del aumento de toxinas encontradas en las poblaciones de insectos.