IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Acuerdos de París y el mercado de carbono

Recuerda los Acuerdos de París sobre el cambio climático? Sí, ese mismo que tuvo relevancia cuando el ex presidente de EEUU, Donald Trump, decidió retirarse de ese acuerdo.

Es importante hablar sobre este acuerdo cuando vemos un enjambre de promotores de energía verde, mientras por otro lado desacreditan a las empresas de energía solares, de vientos y demás porque su negocio se ve amenazado por las energías alternativas.

De qué trata el Acuerdo de París? Este es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante entre los países firmantes para colaborar juntos ante el impacto climático en el mundo.

Fue adoptado en la COP21 en París el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. 

Este acuerdo tiene tres objetivo fundamentales:

El triple objetivo del Acuerdo de París sigue siendo limitar el aumento medio de la temperatura global a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales, redoblar esfuerzos para no superar la cota de 1,5 grados a final de este siglo y alcanzar la neutralidad climática en 2050. 

Todo bien hasta aquí. Pero cómo funciona el acuerdo? Funciona en un ciclo de 5 años. En este periodo todos los países deben comunicar y mantener sus planes nacionales de lucha contra el cambio climático en línea con lo que se han comprometido en el Acuerdo de París. Estos planes nacionales son conocidos como las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (Nationally Determined Contributions o NDC, por sus siglas en inglés).

En el 2017 el ex presidente de EEUU, Donald Trump, decide salirse del Acuerdo. Esto por qué? Según Donald Trump: "El Acuerdo de París no fue diseñado para salvar el medio ambiente. Fue diseñado para matar la economía estadounidense".

"Me negué a entregar millones de empleos estadounidenses y a enviar billones de dólares estadounidenses a los peores contaminadores y transgresores ambientales del mundo, y eso es lo que hubiera sucedido", añadió al diario DW en Español.

Pero detrás de todo este acuerdo hay un negocio de carbono que permite a los países firmantes en Europa contaminar al medio ambiente.

En 2005 se crea, producto de los acuerdos de Kioto de 1995, el mercado comunitario de carbono, que establece el comercio de emisiones de carbono.

En qué consiste este comercio de emisones de carbono? Esto se basa en compra y ventas de derechos de contaminación por dióxido de carbono al medio ambiente. Se establece un límite máximo de emisiones de gases de efecto invernadero también llamado cuotas, para cada una de las industrias que participan en este mercado y que siempre están un escalón más abajo del nivel de emisión real. Si el operador reduce sus emisiones, puede revender sus derechos de emisión no utilizados. De lo contrario, debe comprar cuotas sobrantes a otras organizaciones, de acuerdo con el principio de que quien contamina paga.

Este comercio es un gran negocio. Sólo Alemania ingresó más de 13.000 millones de euros en 2022 por la venta de derechos de emisión de CO2. 

Las grandes industrias de contaminación ambiental prefieren pagar más por derechos de emision por contaminar al medio ambiente, que adaptarse a una infraestructura que no contamine. Es un negocio redondo a costa de la destruccion ambiental.

A todo esto nos preguntamos: No es más fácil apoyar a las empresas en la adaptación e instalaciones de infraestructura de energías alternativas que promover modelos de negocios destructivos al medio ambiente?

Por qué las corporaciones, banqueros, grandes empresas se empeñan en promover campañas de energía verde, mientras por detrás usan e invierten las infraestructuras que dañan nuestro medio ambiente? Sí, para sacar ventajas de relaciones públicas y montarse en la ola de la vanguardia.

Pero esto solo nos va a perjudicar a todos nosotros si no hacemos algo al respecto.

Fuente

Samil Daniel Castillo