La rápida transformación de los métodos de pago en América Latina según Mckinsey & Company
La firma Mckinsey & Company ha presentado los resultados de su análisis sobre la rápida evolución de los métodos de pago en América Latina, basados en encuestas realizadas en 2021 y 2023 a más de 15.000 personas en países latinoamericanos de habla hispana.
Para comprender las tendencias, en el 2021 se entrevistó a habitantes de ocho países: Argentina, Chile, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Panamá y Perú. Para la edición 2023 se sumo a Costa Rica y Uruguay, logrando una encuesta representativa de alrededor del 60 % del PIB de Hispanoamérica.
Los participantes de la encuesta del 2023, manifestaron su preferencia por las tarjetas de débito y crédito y las billeteras digitales sobre el efectivo. Esto no deja de ser sorprendente, pues Latinoamérica es un mercado en el que predomina el uso de efectivo y una alta tasa de empleo informal.
Muchas personas aún reciben sus ingresos en dinero físico, y lo utilizan para una gran variedad de transacciones, dado que varios comerciantes pequeños solo aceptan pagos en efectivo. Pero si estos consumidores pudieran elegir, preferirían usar tarjetas y servicios de pagos móviles.
“En solo dos años, la tarjeta de débito reemplazó al dinero en efectivo como el método de pago preferido de los latinoamericanos, y las billeteras digitales también han ganado terreno, especialmente en Argentina, Colombia, Panamá y Perú. Este cambio en las preferencias se ha vuelto más relevante para bancos y otros jugadores de pagos debido al fuerte crecimiento de los ingresos por medios de pagos digitales en los últimos años, y se espera que esta tendencia se mantenga” explicó Antonio Novas, socio senior de Mckinsey & Company.
América Latina está experimentando una rápida bancarización, ofreciendo servicios financieros como la banca en línea a una población que anteriormente no los utilizaba. La proporción de personas con cuentas bancarias aumentó del 30% al 50% en 2019 y a un 72% en 2021. Este crecimiento fue impulsado por nuevas opciones de pago y la pandemia de COVID-19 llevó a una mayor adopción de la banca en línea y el comercio electrónico durante los confinamientos. Este cambio de comportamiento se mantuvo después de la pandemia, con más personas utilizando servicios financieros.
Hallazgos fundamentales
Entre 2021 y 2023, según estas encuestas, se evidenció un cambio significativo en las preferencias de pago en América Latina. La elección del efectivo como método de pago preferido se redujo a la mitad, mientras que la adopción de alternativas como tarjetas de débito, tarjetas de crédito y billeteras digitales se duplicó.
Al examinar los datos específicos de cada país, se observan dos tendencias principales: en algunos países, como Argentina, Colombia, Panamá y Perú, las billeteras digitales impulsaron la inclusión financiera, mientras que, en otros, como Chile, República Dominicana, Ecuador y Guatemala, la bancarización fue liderada principalmente por las tarjetas de débito.
Los encuestados que prefirieron las tarjetas de débito destacaron su rapidez, facilidad de uso, y mejor control de gastos, mientras que los usuarios de tarjetas de crédito valoraron el acceso a crédito de calidad y los programas de fidelidad.
En países donde las billeteras digitales son ampliamente utilizadas, como Argentina, Colombia, Panamá y Perú, su elección se basó en la facilidad de uso, seguridad y bajo costo.
Por otro lado, en países con menor adopción de pagos móviles, como Chile, República Dominicana, Ecuador y Guatemala, los encuestados expresaron disposición para utilizarlos si fueran ampliamente aceptados y fáciles de usar en tiendas, por ejemplo, mediante tecnologías como el pago sin contacto o códigos QR.
Aunque cada país tiene sus particularidades, la encuesta realizada por Mckinsey & Company logró identificar cuatro tendencias comunes en la percepción y uso de medios de pago en América Latina, proporcionando conocimiento valioso para bancos y otras instituciones financieras en la región:
El efectivo está perdiendo terreno, aunque seguirá siendo relevante a corto plazo, especialmente para personas de bajos ingresos. A pesar de su amplia utilización en América Latina, la encuesta de 2023 muestra que solo el 30% lo prefiere como método de pago, aunque el 70% lo utiliza en transacciones recientes.
Su persistencia se debe a la limitada aceptación de otros medios de pago por parte de los comercios y al alto número de trabajadores informales que reciben su salario en efectivo. Sin embargo, aumentar la aceptación de tarjetas y billeteras digitales podría impulsar el uso de alternativas al efectivo.
Ciclo de refuerzo positivo para los pagos electrónicos: El aumento en el uso de billeteras digitales coincide con un incremento en el uso de tarjetas de débito y crédito, sin que ninguno de los métodos de pago electrónico supere al otro. Esta tendencia destaca la importancia de que las instituciones financieras ofrezcan una gama completa de opciones de pago, incluyendo billeteras digitales y tarjetas, en lugar de centrarse en una sola opción.
Además, los consumidores prefieren que su banco principal proporcione una variedad de métodos de pago, lo que brinda una oportunidad para que los bancos amplíen su oferta y atraigan a más clientes.
Las diferencias regionales abundan debido a la variedad de tecnologías: En países donde los códigos QR son comunes, hay una mayor adopción de billeteras digitales, mientras que en lugares donde las personas están acostumbradas a usar tarjetas físicas o almacenadas digitalmente, el uso de códigos QR es menos frecuente.
En países con baja penetración de billeteras digitales, como República Dominicana, Ecuador y Guatemala, más del 30% de los no usuarios mencionan la baja aceptación como principal barrera.
Los pagos móviles son más atractivos para algunos grupos demográficos: Los millennials son los mayores partidarios de las billeteras digitales, donde el 17% los considera su medio de pago preferido, comparado con el 12% para la Generación Z y el 13% para la Generación X. Por otra parte, los hombres son más proclives a usarlos que las mujeres.
Finalmente, estos hallazgos de McKinsey & Company sobre la rápida evolución de los métodos de pago en América Latina revelan un panorama dinámico y en constante transformación. En República Dominicana, específicamente, se observa una tendencia hacia la adopción creciente de opciones electrónicas de pago, principalmente tarjetas de débito, reflejando la tendencia regional hacia una menor dependencia del efectivo.
Esta transición presenta oportunidades significativas para las instituciones financieras en la región, donde podrían capitalizar esta transformación al ofrecer una amplia gama de opciones de pago y adaptarse a las preferencias cambiantes de los consumidores. A medida que la tecnología continúe desempeñando un papel crucial en las formas de pagos, entender estas tendencias y adaptarse a ellas será fundamental para el éxito en el mercado financiero latinoamericano.