Los 25 vertederos municipales de residuos sólidos de Nueva York “tienen una vida útil combinada de entre 16 y 25 años aproximadamente”, según el Plan Maestro de Residuos Sólidos del Departamento de Conservación Ambiental del estado de Nueva York.  Además, dentro del sector de residuos, el metano que se escapa de estos mismos vertederos es el mayor contribuyente a las emisiones nocivas.

Estas son algunas de las razones citadas por el director ejecutivo del Grupo de Investigación de Interés Público de Nueva York (NYPIRG), Blair Horner, para que la Legislatura estatal apruebe una actualización de la Ley de Contenedores Retornables del estado, de 40 años de antigüedad, que se amplió por última vez en 2009.

“El estado enfrenta una crisis de residuos sólidos. Según el DEC, dentro de 25 años, todos los vertederos del estado estarán cerrados, por lo que la única manera de lidiar con todo eso es tener más reciclaje, más materiales reutilizables, etcétera, para que no termine en los vertederos o "Los incineradores o tienen que ser transportados en camiones fuera del estado", explicó Horner.

La llamada “Proyecto de ley sobre botellas más grandes y mejores” amplía el depósito de contenedores retornables para incluir más bebidas no carbonatadas embotelladas: café, té, vino, licores, bebidas espirituosas destiladas y sidra. El proyecto de ley también aumenta el depósito de la botella a 10 centavos por contenedor y la tarifa de manipulación de 3,5 centavos a 6 centavos.

Quienes se oponen al proyecto de ley argumentan que el sistema estatal de depósito de botellas no funciona y, sin reformas, ampliar el proyecto de ley para las botellas simplemente encarecerá los artículos comestibles.

Pero Horner dice que el reciclaje de botellas ha despegado desde que el estado añadió el depósito de níquel.

"Hemos tenido una reducción del 75% en la basura", dijo. "Pero el programa podría ser mejor".