Una de las propulsoras de esta actividad, específicamente en el área financiera, y cuya labor ha sido muy destacada desde el punto de vista de la investigación, es Gemma Cernuda. En su pionero estudio SheBanking o el final de la banca tradicional, revela información muy interesante sobre los servicios financieros y la mujer como usuaria. Para un mercado que tradicionalmente ha sido dominado y enfocado hacia el hombre, ¿que significa conocer lo que las mujeres necesitamos?

Según el estudio de Cernuda, “La mujer toma el 80% de las decisiones de compra del mercado, es la titular a nivel mundial del 52% de las cuentas corrientes de los bancos, y no se siente atendida ni satisfecha por los servicios financieros ni la banca. ¿En ese sentido, debería la banca tradicional ponerse en nuestros tacones, hablar nuestro idioma y conectar con nuestras necesidades? Entiendo que este proceso afortunadamente ya ha iniciado y es evidente desde varias aristas. Específicamente la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos, demuestra una composición del personal con un saludable balance en la distribución por género. Las mujeres formamos el 63% de su empleomanía, lo que confirma que su compromiso con la mujer no es solo a nivel de cliente en un aspecto meramente comercial, sino también a nivel social, proporcionando fuentes de ingreso y oportunidades de desarrollo a todos los niveles para nuestras féminas.

Siendo la mujer el 51% de la población, es un público atractivo que merece atención y enfoque. Ahora bien, ¿cuáles son esas diferencias que nos caracterizan y hacia las cuales deben apuntar las estrategias de branding femenino? Pasando al terreno financiero, las mujeres ahorramos un 25% más que los hombres (Gema Sacristán, Ejecutiva del Banco Interamericano de Desarrollo) y en congruencia se manifiesta nuestra preferencia por las tarjetas de débito vs. las tarjetas de crédito. En otro orden, los compromisos financieros de las mujeres están mayormente orientados hacia la familia y el largo plazo. Préstamos para viviendas y estudios, componen un alto porcentaje en la deuda de la mujer-madre, y ese tipo de “relación” que va más allá de una “transacción”, se logra sobre bases como la transparencia, la confianza y el acompañamiento. En sentido general, las mujeres buscamos:

Conectividad: soluciones digitales y móviles que nos permitan disponer mejor de nuestro tiempo, evitando filas innecesarias. Confiabilidad: disponer de acceso del dinero de manera rápida. Tranquilidad: las preocupaciones por dinero quitan más el sueño a mujeres que a hombres.  LoveMark: identificarnos con una marca que forme parte de nuestra vida y nos haga sentir mejor.

APAP, como institución de carácter mutualista, cuyos principios se basan en la solidaridad, confianza y reciprocidad, es sensible a este mercado femenino, siendo su objetivo principal promover el ahorro para el financiamiento de la vivienda familiar. Programas de inclusión, responsabilidad social y transformación digital son el nuevo lenguaje y accionar de esta empresa que no solo es un “gran lugar para trabajar” sino que ha sabido posicionarse como la cuarta entidad financiera con mejor desempeño entre las 20 más grande de República Dominicana. Celebremos con APAP nuestro día y quizás en futuro no muy lejano tendremos mineras con tacones en nuestro tradicional Cero de Oro.