IV Edición: Recursos energéticos & mineros

Luis, el frutero, un ejemplo de visión en tiempos difíciles

Mientras esperaba el ascensor en el parqueo de mi edificio, una señora se detuvo a mi lado con una bolsa llena de frutas. No pude dejar de prestarle atención de manera discreta, pues la dama abría una y otra vez el paquete, aparentemente buscando algo.

-Se me quedaron las naranjas –al fin exclamó con cierto dolor.

Aquello me hizo recordar al microemprendedor Luis, el frutero, a quien veo con menos frecuencia después de que sostuvimos nuestra interesante conversación acerca de la inclusión financiera y de cómo MIO está ayudando a las personas a tener el control de sus finanzas.

-En la esquina hay un frutero -dije tratando de que la señora se sintiera menos preocupada.

- ¡Cierto, gracias! Ahora cuando suba, le escribiré a Luis por WhatsApp para que me las traiga -pareció aliviada tras la mascarilla.

Sorprendido, le pregunté si Luis tenía servicio a domicilio.

-Así es, hace como dos semanas le compré una sandía y me dijo que, en caso de no querer salir a la calle, él podría entregarme las frutas en el lobby del edificio -respondió al tiempo de colocar la bolsa en el suelo para mostrarme en su móvil la cara de Luis en su perfil de WhatsApp.

Sonreí al verlo y le pedí que me diera su número para guardarlo.

Unas semanas después encontré a un nuevo frutero en la esquina de Luis. Me detuve a preguntar y cuán grande fue mi sorpresa cuando el joven me respondió que Luis era su jefe. Al llegar a mi hogar, no pude dejar de analizar el rol de MIO en esta nueva normalidad y de la importancia de generar valor en las personas no solo a través de los negocios, sino a través de las conexiones. Por eso, trabajamos en promover individuos más prósperos para una sociedad más sustentable.

Llamé a Luis para felicitar su espíritu emprendedor y de crecimiento, aun en tiempos de grandes desafíos como los actuales. Me identificó rápidamente y agradeció haber tenido nuestra conversación. Me contó que, durante los días en que no pudo vender nada, usó su móvil de manera más inteligente y aprendió varias cosas para mejorar sus ventas junto a su esposa.

Cuando pudo regresar a vender las frutas, usó el WhatsApp para hacer delivery y sus clientes aumentaron, lo que le permitió abrir su primera cuenta y está muy emocionado de las posibilidades que tiene para lograr sus metas. Incluso, me confesó que descargó la app de MIO.

-Ha sido de gran ayuda. Con MIO puedo manejar mejor mis ingresos. De hecho, en menos tiempo que el anterior, pude adquirir otro triciclo, que ahora es manejado por mi hermano menor. Mi esposa está muy emocionada y me ayuda bastante. Los fines de semana aprendemos cosas nuevas para manejar mejor nuestro dinero y creo que en unas semanas podremos adquirir un nuevo triciclo –“¡Luiciclo!”, escuché al teléfono que lo interrumpió su hijo.

Aquellas palabras me alegraron mucho y decidí invitar a Luis a las oficinas de MIO. Entiendo que sus frutas lo llevarán muy lejos.

Fuente

Daniel Otero