IV Edición: Recursos energéticos & mineros

El viaje del líder

En numerosas ocasiones me preguntan, ¿cuáles son las cualidades de un líder excepcional? 
Personalmente, me gusta hablar de un líder transformador. Una persona que transforma al equipo, a la organización si es el CEO de la compañía, pero que, sobre todo, se transforma a sí mismo.
 
Liderar es influir positivamente e inspirar a los colaboradores para que den lo mejor de ellos mismos. Es hacer que se produzca la magia del liderazgo creando un entorno donde la persona está en el centro. Éste, es un arte que todos podemos desarrollar. A continuación, mi propuesta en 8 pasos:
 
1. Conocernos muy bien. El auto conocimiento, tanto en situaciones habituales como en situaciones desconocidas, nos permitirá atrevernos y probar nuevas cosas que antes no hacíamos. 
 
2. Saber auto gestionarnos. La presión, la excesiva tensión y la incertidumbre pueden generar emociones tóxicas que nos harán disminuir nuestro rendimiento como líderes. Todos nos enfrentamos a situaciones donde la frustración aparece, porque no hemos manejado bien las expectativas y que pueden generar estrés continuado. La gestión adecuada de ese estrés es imprescindible, por ello cuidarnos física y psicológicamente nos hace estar fuertes ante los momentos complejos por los que todos pasamos. 
 
Tras estas dos primeras, hemos de desarrollar otra serie de habilidades que ponen el foco en nuestra relación con los demás.
 
3. Pensar de modo diferente. Escuchar de manera receptiva las opiniones de otras personas, valorando la diversidad, sabiendo que nos pueden ayudar a tomar la mejor decisión como líderes.
 
4. Coraje en la toma de decisiones. Atrevernos a decidir, sin dejar que el miedo nos guíe. Asumir riesgos estudiados para ir más allá de lo que a priori sería esperado. Coraje suficiente para explorar juntos nuevas opciones, que nos permitan implementar acciones no probadas antes.
 
5. Humildad. Ser conscientes de nuestras vulnerabilidades y trabajarlas para mostrar el ser humano que todos somos, a veces fuertes, pero otras no tanto. Eso sí, siempre con la capacidad de ser resilientes y sacar lo positivo de cualquier situación, por dura que pudiera ser. La humildad nos conecta con el resto del equipo y esto facilita el apoyo mutuo en los momentos complicados. 
 
6. Generar empatía. Entender las emociones de los demás y gestionarlas adecuadamente es una de las claves del éxito en cualquier ámbito de la vida de una persona. Cuando un líder es capaz de entender, de ponerse en el lugar de sus colaboradores, clientes, amigos, pareja o hijos, tiene la mayor parte del trabajo hecho. La empatía nos permite comprender, para después tomar la decisión que más beneficie a las personas involucradas. Sin esa comprensión, trabajaremos solamente desde nuestro punto de vista, que no siempre será el más acertado.
 
7. Dar feedback a las personas que lideramos les ayuda a saber cuándo lo están haciendo bien y cuándo tienen que cambiar alguna conducta para conseguir aquello que es beneficioso para ellos y para el equipo.
 
8. Dar confianza. Crear un entorno de seguridad psicológica que facilite que las personas puedan ofrecer su mejor versión sin miedo al error, generando así alto rendimiento.
 
Liderar supone acompañar profesional, intelectual y, sobre todo, emocionalmente al equipo para conseguir los objetivos planteados y gestionar juntos los obstáculos que irán surgiendo.
 
Es por ello que muchas organizaciones están trabajando en programas de coaching, liderazgo e incluso de gestión emocional para ayudar a sus mandos a liderarse ellos mismos, como primer paso para liderar mejor a sus colaboradores. 

El viaje del líder