Generación de energía renovable que impulsa el desarrollo sostenible de la región

CMI Capital es una de las dos Agrupaciones de Negocio de Corporación Multi Inversiones, CMI. Está conformada por las Unidades de Energía, Desarrollo Inmobiliario y Finanzas. La Unidad de Energía se dedica al desarrollo, diseño, ejecución, operación y comercialización de proyectos de generación de energía eléctrica, con recursos renovables, en Centroamérica y el Caribe.

La Unidad de Energía es la más joven de las unidades de negocio de todo CMI. Su primer proyecto lo llevaron a cabo en Guatemala: el Complejo Hidroeléctrico Renace, el complejo privado más grande de ese país.

En el 2016, CMI adquiere los activos de Globeleq Mesoamerica Energy, con operaciones en Honduras, Nicaragua y Costa Rica y con capacidad instalada de 394MW, combinando generación eólica y solar.

En el 2019, con el objetivo de continuar fortaleciendo su estrategia de crecimiento, firmaron un acuerdo de compra del proyecto solar Mata de Palma, en República Dominicana, con una capacidad instalada de 50 MW. Esta planta es su doceava planta de generación y su tercer proyecto solar en Centroamérica y el Caribe. Con esto, CMI Capital realiza un aporte  de 861 MW de energía pura y limpia, consolidándose como el generador de energía renovable privado más grande y diversificado de la región.

Enrique Crespo, CEO de CMI Capital desde 2018, conversó con Factor de Éxito acerca del compromiso de la corporación de invertir en la región y sobre la gestión social y ambiental que realizan en los países donde operan, especialmente en República Dominicana.

¿Cuál es el impacto que busca generar CMI Capital en República Dominicana?

Sin duda alguna, buscamos que sea un impacto positivo y sostenible. Detrás de cada uno de nuestros proyectos de generación renovable, hay una serie de impactos positivos ambientales, sociales y económicos que también deseamos implementar en República Dominicana.

Con la generación de energía renovable, se diversifica y descarboniza la matriz energética del país y con ello, se fortalece el sector eléctrico regional, lo cual también da estabilidad social. Todas las plantas cuentan con programas de inversión social que velan por cuatro pilares fundamentales: salud, educación, infraestructura y cuidado del medio ambiente.

A través de nuestra generación total en todas las geografías donde operamos plantas de energía renovable, evitamos que se emitan aproximadamente 1,196,00 toneladas de CO2 al año y con esto, contribuimos a mitigar el cambio climático. Específicamente, en República Dominicana, con la generación de Mata de Palma, se evita la emisión aproximada de 53,300 ton de CO2 anual, lo que demuestra nuestro gran compromiso ambiental con el país.

Adicional a esto, CMI tiene 20 años de presencia en República Dominicana, a través de la Agrupación de Negocios CMI Alimentos, que cuenta con molinos de harinas, planta de galletas y pastas y centros de distribución. Algunas marcas representativas son Harina Panadero y Harina Primavera.

CMI celebra sus 100 años con la colocación de bonos verdes más grande realizada por una empresa de energía renovable en Centroamérica y el Caribe, ¿cuál fue el propósito de esta emisión?

Nuestro propósito es constante “Generar inversiones de impacto que impulsen el desarrollo sostenible”. Se trata de la exitosa colocación de US$700 millones de bonos verdes en el mercado internacional de capitales. La más grande realizada por una empresa de energía renovable en la región a la fecha. Esta operación marca el ingreso de CMI Energía al mercado internacional de capitales con el portafolio privado de energía 100% renovable más grande y diversificado de Centroamérica y el Caribe.

Es importante destacar la diversificación geográfica de los inversores, con ofertas de inversionistas de Estados Unidos (56%), de Europa (29.4%), de Latinoamérica (12.3%), y de Asia (2.3%). Los inversores, hoy por hoy, valoran las empresas con compromiso social. Esto lo demuestra el nivel de los interesados en nuestras operaciones, con evidente afinidad por aquellas empresas que llevan a cabo una propuesta robusta de criterios ambientales, sociales y de gobernanza.

Esto nos llena de orgullo, pues nos permite ratificar nuestro objetivo de ser agentes de cambio e impactar positivamente en lo económico, lo ambiental y lo social, moviendo la aguja hacia el desarrollo sostenible.

 

Con la emisión de bonos pudieron constatar que los inversionistas plasmaron su confianza en CMI y en la región al realizar ofertas que fueron casi cinco veces el tamaño de la emisión, ¿cuál es el compromiso asumido por la empresa luego de este éxito?

Es un compromiso, primero que nada, con nuestra gente; más de 40,000 colaboradores distribuidos a lo largo de 15 países, quienes trabajan a diario para aportar valor económico, social y ambiental en las comunidades donde operamos, con la mayor excelencia y calidad.

La acción está alineada con los objetivos de CMI Energía de contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y la descarbonización y diversificación de la red energética regional con operaciones de plantas de energía hidráulica en Guatemala; energía solar en El Salvador, Honduras y República Dominicana; energía eólica en Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Nuestra generación supera los 800 MW de capacidad instalada, lo que nos posiciona como el generador privado más grande de la región Centroamericana y el Caribe. Por lo que me llena de orgullo como Centroamericano el gran interés que han demostrado de invertir en la región. Esto sin duda no solo es una satisfacción para nosotros como Corporación, sino también una muestra de confianza en el gran potencial que Centroamérica y el Caribe ofrecen.

Esto nos compromete a seguir trabajando apegados a nuestros valores REIR: responsabilidad, excelencia, integridad y respeto, y alineados a nuestro propósito para continuar promoviendo el cuidado por el medio ambiente, el fortalecimiento económico, la diversificación de la matriz energética y el desarrollo sostenible.

¿Cuál es la visión de futuro que tiene CMI Capital para la región?

En nuestra región, las inversiones sostenibles son urgentes y necesarias. Pero existe un déficit de financiamiento para grandes proyectos de desarrollo.

El mayor reto para las empresas en la región es crear una cultura de sostenibilidad y replantear su manera de hacer negocios, para dar paso a un nuevo modelo, donde la sostenibilidad está integrada a la estrategia de negocios y juntas forman el éxito corporativo.

Esta cultura sostenible implica que la consciencia va de la mano con la acción, y, desde CMI, tenemos un claro compromiso de utilizar nuestra huella para avanzar con nuestro propósito como empresa familiar de clase mundial, donde la sostenibilidad es un imperativo de negocio.

Específicamente para el sector eléctrico, el proceso de descentralización de la energía avanza a pasos agigantados en la región. Y, el avance de este parece más bien ser desacelerado por la falta de regulación actualizada en nuestros mercados.

En CMI Capital, hemos definido y declarado que nuestro propósito debe apuntar a ser parte activa, desde un rol de agentes de cambio en la región y desde nuestra capacidad de generar inversiones que impacten positivamente en lo económico, lo ambiental y lo social. De tal cuenta, vemos la necesidad de que exista una regulación novedosa, que marque claramente las reglas del juego para cada uno de los componentes del modelo eléctrico (generación, control, transmisión y distribución). Y, que, a su vez, fomente una sana competencia en los mercados energéticos.

CMI Capital, como plataforma de inversiones de alto impacto, queremos ser parte clave para promover este proceso de descentralización y la competitividad del mercado en la región.